(16/07/2012) Habitualmente se datan como acontecimientos históricos en el ámbito ferroviario las inauguraciones de líneas, de estaciones, de nuevos trenes. Pero a veces pasan más desapercibidas las puestas en servicio de nuevas marchas y circulaciones. Sin duda, el nuevo servicio veraniego desde Madrid a Águilas con el Talgo ha sido un acontecimiento histórico en la región, y así lo ha vivido esta localidad murciana.

Más de un centenar de viajeros tuvieron el honor de ser los pioneros en un servicio desconocido en estas vías, que desde hace ya muchos años sólo experimentan el paso de modestos trenes diesel de cercanías procedentes de Lorca o Murcia. Era la primera vez que un Talgo procedente de Madrid se salía de su cerrado gráfico hacia Murcia o Cartagena, o que un tren de largo recorrido se desviaba desde la antigua bifurcación de Almendricos hacia Águilas. Lorca sigue recibiendo el Talgo que remonta toda la costa mediterránea hasta Portbou y, hasta 1985, aquellos míticos expresos que unían Almería y Granada con Barcelona por el Almanzora, vía Guadix, pasaban cerca de aquí, pero ninguno bajaba a la modesta estación de Águilas.

Este fin de semana, un Talgo ha entrado en los andenes de Águilas remolcado por la locomotora 334-028 de Renfe. Con un mínimo retraso de cinco minutos, la rama 4B2 desfiló lentamente ante la expectación de numerosos ciudadanos y medios de comunicación. El alcalde y parte de la corporación también estaban a pie de andén, junto con una representación del empresariado local, recibieron este tren que mejora sensiblemente la oferta turística de la localidad. Hasta fin de temporada se han programado veintidós trenes en todos los fines de semana y cambios de quincena. La ocupación ha sido alta, y el tren completaba pasaje con otras paradas del su itinerario.

Todo el recorrido de este tren, el Talgo 10228-10229,  que se inicia a las 15:38 de los viernes en Chamartín y los domingos a las 13:55 desde Águilas, discurre por la red convencional de ancho ibérico, vía Alcázar de San Juan. Dado su gran recorrido, casi seiscientos killómetros, y la necesaria inversión de marcha en Murcia, el tren invierte seis horas y media de tiempo en el viaje. En automóvil son casi cien kilómetros menos que por ferrocarril, pero aún y así en turismo el tiempo estimado de viaje  es sólo una hora menor, mientras que la oferta alternativa en autobús invierte un tiempo levemente superior (en condiciones óptimas de viaje) al de este nuevo tren.

El Talgo en las vías de Águilas preparado para su viaje hacia Madrid. Foto José Ángel Hurtado Menchón