(18/04/2012) Los viajeros del Al Andalus amanecieron en Granada adonde el tren había llegado la noche anterior procedente de Linares. Esta estación tiene un reposo absoluto durante la noche, por lo cual los viajeros no tuvieron problema alguno para dormir en este más que confortable espacio. Una noche fría, sin duda, que puso a prueba las mantas del convoy, y la causa de este frío granadino estaba en la cercana cimera de Sierra Nevada, que haciendo honor a su nombre lucía una espectacular capa blanca.
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La nieve corona las cumbres de Sierra Nevada, con el Al Andalus en primer plano
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El tren tenia hoy un día de relativa calma, ya que la jornada de reposo carrilero fue aprovechada por los técnicos del tren para el repostaje de las dos locomotoras y de uno de los dos furgones generadores (el que se usa habitualmente). Esta operación implica una cierta maniobra ya que Adif tiene dispuestos sus puntos de suministro de combustible en las instalaciones del depósito de tracción local, donde antaño estuviera la estación de Sur.
El operativo se realizó en torno a las seis de la tarde. La pareja de locomotoras, que había dormido en unas vías de topera junto al tren, custodiadas por la misma guardería jurada que vigila el Al Andalus, se puso en cabeza de tren (lado Bobadilla). Previamente la composición fue desplazada unos metros hacia el fondo de la estación, para dejar a continuación ya el tren formado y librando los piquetes y circuitos de vía, ya que una composición con una longitud como ésta apura al límite las capacidades de esta terminal de Adif.
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El coche furgón y las dos locomotoras camino del depósito de locomotoras para repostar
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En cabeza del corte del Al Andalus estaba dispuesto el furgón generador principal, el dotado con pantógrafo, que fue desacoplado del resto del tren. Los tres vehículos partieron hacia el depósito y luego, con las locomotoras empujando por cola, volvieron al tren a las ocho de la tarde, acoplaron al corte, y quedaron dispuestos para partir al día siguiente.
El periplo granadino de los turistas
En la parte turística del viaje,se empleó toda la mañana en efectuar una completísima visita al conjunto nazarí de la Alhambra y el Generalife. Los treinta viajeros se diluyeron entre las 7.000 personas que cada día invaden los jardines y palacios de uno de los monumentos más visitados de España. La visita, guiada como todas las que se incluyen en este paquete turístico, es más completa que los visitas habituales, accediendo a espacios que no son frecuentados por la legión de turistas que, en un máximo de trescientos cada media hora, franquean los tornos de acceso al recinto.
Fue una visita intensa que hizo que la llegada al restaurante del Parador de Turismo de la Alhambra fuera más que agradecida por todos. Tras la cuidada comida ofrecida en este recinto, recomendado por la Guía Michelín, el grupo descendió en autobús a la ciudad para hacer una larga visita a todo el conjunto histórico urbano granadino, en este caso las zonas bajas donde se asienta la catedral o la alcaicería. El barrio emblemático de Granada, el Albaicín, fue visitado durante la noche, accediendo a los concurridos miradores desde los que se aprecian las famosas vistas nocturnas de La Alhambra. Tras ello el grupo acudió a un espectáculo flamenco en este mismo barrio, algo especialmente típico en la noche granadina.
Los coches cama
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Interior de uno de los departamentos suite
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Si en la crónica de ayer se centraba en el espacio social del tren, los coches salón, es hora de presentar el espacio más íntimo del viajero, los departamentos. El Al Andalus cuenta con siete coches-suites. De éstos, cinco son coches clásicos ex CIWL, que se construyeron en Francia a finales de la década de 1920, y originalmente fueron utilizados por la monarquía británica para sus desplazamientos vacacionales desde Calais hasta la Costa Azul.
Su espíritu “Belle Époque” ha sido respetado en cuanto decoración y ambiente, y los nuevos añadidos afectan sobre todo a la introducción de los avances técnicos de última generación. Estos coches, del tipo normalizado WL 16x 3500, ya habían sufrido una primera gran transformación por Sunsundegui en 1985 para el primer proyecto de este mismo tren. Estos coches son de gálibo algo más ancho, más largos y paradójicamente más ligeros que los de clase superior.
La capacidad máxima del tren es de 64 viajeros distribuidos en 32 suites de dos tipos. Por un lado está la suite estándar. Esta cuenta con dos camas bajas individuales, caja fuerte, minibar, armario ropero y un amplio cuarto de baño independiente. Durante el día, la habitación tiene un aspecto diferente, ya que las camas se pliegan convirtiéndose en cómodos sofás, lo que transforma el espacio en un confortable salón privado. En el tren existen 12 suites con estas características. Por su parte, la suite superior dispone de cama matrimonial de 150 por 200 centímmetros, minibar, caja fuerte, armario ropero y un espacioso cuarto de baño completo. El espacio es ampliable a una tercera persona gracias a una cama supletoria, que podría utilizar un niño de hasta doce años. Al igual que en la anterior, la cama se transforma en sofá, logrando un amplio salón para el disfrute del viajero. En total existen veinte suites superiores, cuatro por cada uno de los cinco coches. Ambas clases de habitaciones están climatizadas con regulador independiente y varias conexiones eléctricas de 220 voltios.
Estas suite superior son las que se han acogido a los coches cama históricos mientras que los departamentos estándar están situados en coches más modernos, de la serie WL 12x 3550 (también ex CIWL), En todos los casos los siete coches fueron restaurados en Mieres por empresas asturianas . Todos recibieron nuevos equipos de aire acondicionado de tecnología inverter, de gran eficiencia energética y que propicia un sensible ahorro de energía. Además, entre las reformas del equipamiento eléctrico, fueron dotados de iluminación tipo led, también de alto rendimiento energético. Los cambios más grandes se dieron en los coches superior, que de cinco departamentos pasaron a cuatro por coche. Todos recibieron una cuidada rehabilitación de los elementos decorativos y Renfe Integria, al igual que con los salones, revisó todos los elementos técnicos de rodadura, topes y ganchos, frenado habituales en una reparación tipo “R”, así como su pintado exterior.
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El Al Andalus con las últimas luces del dia en la estación de Granada
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