(25/01/2012) Según Infrabel, gestor de la infraestructura ferroviaria belga en el robo de cables está gran parte de los retrasos registrados en los servicios ferroviarios, Concretamente, en 2011, los retrasos generados por este problema supusieron un total de 31.080 minutos, con una ligera mejora sobre los 32.594 minutos registrados en 2010.

Los robos supusieron que 180 kilómetros de cables tuvieran que ser restituidos con un coste directo de 2,2 millones de euros, muy por encima de los 1,9 millones de 2010.

Medidas

Para combatir esta forma de criminalidad, Infrabel viene tomando desde 2010 una serie de medidas, como la mayor vigilancia de las zonas más sensibles mediante cámaras y patrullas.

Otras medidas se centran en el enterramiento profundo de los cables o su protección con sustancias químicas, para hacer menos rentable el robo. Infrabel también está sustituyendo, en ciertos cableados, el cobre por el aluminio cuyo precio es sensiblemente menor.

La recalificación por parte de la justicia belga de este delito como “interferencia dolosa a la circulación ferroviaria“ es una de las medidas de las que mayor eficacia se espera, al permitir que los ladrones sean condenados hasta a cuatro años de cárcel, lo que previsiblemente será disuasorio, al menos para los delincuentes ocasionales.

Europa

En otros países europeos las estadísticas son también alarmantes y en muchos casos son las mismas redes criminales las que actúan en unos y otros países. Numerosos robos se cobre se cometen en un país y venta del cobre sustraído se hace en otro. EIM , la organización europea de gestores de infraestructura, (European Rail Infrastructure Managers) trabaja en la idea de un análisis y una gestión europeas globales del problema.