Brasil necesitará más de 6.400 millones de euros para financiar completamente sus proyectos ferroviarios, según la Federación Nacional de Transportes (CNT). De estos, 3.250 son necesarios para la red nacional y otros 3.150 para proyectos ferroviarios urbanos. Eso, sin contar la línea de alta velocidad que conectaría Sao Paulo y Río de Janeiro.
El sector privado ha invertido mil millones de euros desde 1997. |
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(24/01/2012) Rodrigo Vilaça, director de la división ferroviaria de CNT, afirma que la mitad de este montante debería proceder del gobierno, pero, las circunstancias actuales sugieren que se permitirá al sector privado sufragar hasta el 70 por ciento del coste total.
CNT ha estudiado 13 corredores principales de mercancías, y ha analizado sus tráficos entre 2006 y 2010. Durante este período, los volúmenes de mercancías aumentaron de 404,2 millones de toneladas a 470,1 millones, un incremento del 16,3 por ciento. La producción aumentó de 232.200 millones a 278.000 millones tonelada-kilómetro.
El estudio muestra también que el sector privado ha invertido mil millones de euros desde 1997, cuando se adjudicaron las primeras concesiones. En el mismo período, el gobierno federal invirtió sólo 550 millones de euros.
Alta velocidad
La alta velocidad también atraviesa problemas en Brasil. La subasta para la construcción de un tren de alta velocidad, que unirá las ciudades de Sao Paulo y Río de Janeiro, fracasó en julio de 2011 al no presentar propuestas ninguna empresa interesada en el proyecto, lo que obliga al gobierno a cambiar el modelo de licitación.
Este es el tercer intento de subasta de la concesión. El fracaso disminuye las posibilidades de que el tren de alta velocidad entre las dos mayores ciudades del país esté concluido antes de los Juegos Olímpicos que Río de Janeiro organizará en 2016, como espera el gobierno. El coste del proyecto se eleva a unos 16.000 millones de euros.
La subasta había sido fijada inicialmente para el 16 de diciembre de 2010, pero, también por falta de interesados, se aplazó para el 29 de abril de 2011, y, por los mismos motivos, se volvió a retrasar para el 29 de julio de 2011.