Actualmente, sólo el tramo de Azpeitia a Lasao, explotado como ferrocarril turístico, sigue en servicio en toda esta línea. Foto Jabrus

(07/12/2011) Euskal Trenbide Sarea ha adjudicado por un importe de 97.780 euros la redacción del “Estudio de viabilidad y de alternativas de la reapertura del ferrocarril del Urola entre Azpeitia y Zumaya al tráfico de viajeros”. El adjudicatario fue el consorcio Consultrans / Ines que cuenta con un plazo de seis meses para su elaboración. La adjudicación fue realizada a finales del mes de octubre y acaba de ser publicada el boletín oficial. La reapertura de esta línea significaría la readecuación de entre cinco o seis estaciones, el desdoblamiento de parte del trazado, la señalización y electrificación de la vía, etcétera.

La línea férrea que unía Zumarraga con y Zumaya fue clausurada en julio de 1986. Esta línea tuvo sus inicios en el año 1926, siendo explotada por la Diputación Foral de Guipúzcoa. En 1986 fue cerrada para ser sometida a un proceso de restauración integral, obras que empezaron a ejecutarse, pero fueron paralizadas por el ejecutivo vasco alegando falta de rentabilidad, cerrándose completamente la línea en febrero de 1988.

El ferrocarril fue desmantelado y sólo quedaron en servicio los cinco kilómetros desde Azpeitia, que se convirtió en la sede del Museo Vasco del Ferrocarril, y la estación de Lasao, por donde circulan desde entonces los convoyes turísticos del museo. Precisamente para ello fue preciso rehabilitar este tramo de vía, que entró en servicio el año junio de 1998. El resto de la vía presenta dos situaciones: entre Lasao y Zumaya permanece desmantealado, sin uso alguno, mientras que el agreste tramo de Azkoitia a Zumárraga se ha convertido en una vía verde.

Plano del itinerario del antiguo ferrocarril del Urila y las diversas situaciones en que se encuentra y su futuro. Pinchar aquí para ver en grande

Estudios previos para mercancías 

En 2009 esta misma línea fue objeto de otro análisis de viabilidad, en ese caso un Estudio Informativo para la reapertura del ferrocarril del Urola al tráfico de Mercancías. La rehabilitación de la línea obedecía a la existencia de un tráfico de mercancías potencialmente interesante. El más importante es el transporte de chatarras entre el Puerto de Pasajes y la factoría de Uzín en Azpeitia.

Además, la futura acería del grupo Uzín en el polígono de Danona (Azpeitia) crea unas expectativas de captación de buena parte los nuevos tráficos. Esta factoría, que hace unos años fue adquirida por Aceralia y posteriormente vendida al Grupo Gallardo, tiene ya montado y operativo el parque de chatarra. Es más, las obras ya se dotaron de un entramado de vía métrica para conectar al ferrocarril del Urola cuando esto fuera posible. En todo caso, lo cierto es que la actual crisis ha ralentizado este proceso y la planta de laminación no se ha iniciado.

Tramo en las inmediaciones de Cestona que podría volver a pasar trenes mercantes y de viajeros. Foto. Víctor Manuel Mamblona

La reapertura de esta línea se plantea entre las localidades de Zumaya, donde enlaza con la línea Bilbao-San Sebastián, y Azpeitia, donde se sitúa la acería. El recorrido transita también por la localidad de Cestona.

De aquel primer informe ligado a las mercancías se indicaba que el tramo a rehabilitar tiene una longitud de 15.452 metros, de los cuales 13.649 metros discurren por la antigua plataforma. El resto corresponde, por un lado, con la variante propuesta para el municipio de Cestona, de 967 metros. La otra parte correspondería a la variante de entrada al parque de laminación de Corrugados de Uzín de Azpeitia, con 836 metros, sin llegar a atravesar las vías del Museo del Ferrocarril.

Este estudio fue aprobado por la Dirección de Infraestructura del Transporte del Gobierno Vasco en mayo de 2009, y al someterlo a información pública fue cuando los ayuntamientos afectados solicitaron que el proyecto de reapertura fuera a más e incluyera la posibilidad de extender esta recuperación a los servicios de viajeros. 

En la actualidad este tráfico de mercancías se realiza por la carretera GI-631, la cual soporta un tráfico de vehículos pesados muy elevado. El trazado de esta carretera fue modificado en los años 90, aunque sigue siendo bastante sinuoso, con muchas curvas y pendientes relativamente fuertes. Por tanto el objetivo final es lograr que el ferrocarril transporte una parte importante de las mercancías que actualmente transitan por la carretera, logrando una situación global mucho más sostenible.

Aquel primer estudio, que aprobado en primera instancia, en la fase de información pública fue recurrido por el ayuntamiento de Azpeitia, que precisamente reclamó que la reapertura no se ciñera sólo al transporte mercante, sino que contemplara tráficos de viajeros. El nuevo ejecutivo vasco, que tomó posesión en mayo de 2009, paralizó el anterior proyecto, siendo este nuevo estudio la revisión que valorará las nuevas opciones de futuro para este ferrocarril guipuzcoano.