Cookie Consent by FreePrivacyPolicy.com Transporte 2050: Europa quiere la mitad de los trayectos de media distancia en tren

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La Comisión Europea ha presentado la hoja de ruta para reducir emisiones y recortar dependencia de petróleo de la Unión

El tren deberá sustituir al coche en, al menos, la mitad de los transportes en distancias superiores a trescientos kilómetros. Es uno de los retos que la Comisión Europea ha fijado para 2050 en materia de transporte. Transporte 2050 es una ambiciosa propuesta que acaba de presentar su vicepresidente y responsable de transporte, Siim Kallas, con dos objetivos: “que aumente la movilidad y se reduzcan las emisiones”. La estrategia, que enuncia cuarenta iniciativas concretas, tiene como protagonista al transporte ferroviario y la clara aspiración de “romper la dependencia de los sistemas de transporte respecto del petróleo sin sacrificar su eficiencia ni comprometer la movilidad”.


Transporte 2050: Europa quiere la mitad de los trayectos de media distancia en tren
 
 
 

(01/04/2011) En lo que respecta al tren, la medida más destacada se centra en la media distancia. Además de responsabilizar al ferrocarril del 50 por ciento de los desplazamientos de viajeros y mercancías (con ayuda del transporte fluvial), el plan prevé la conexión de la red ferroviaria con los principales aeropuertos de la Unión, preferiblemente a través de alta velocidad. Los puertos marítimos y, si es posible, “los sistemas de navegación interior” también deberían estar conectados con los servicios de mercancías. Y todo, antes de concluir 2050.

Europa también se marca el objetivo de “fijar una red básica de corredores de transporte plenamente operativa por toda la Unión garantizando las infraestructuras para una transferencia eficiente entre modos de transporte de aquí a 2030, con una red de alta calidad y alta capacidad en 2050”. En este proceso, el plan se detiene en 2020. Ese año tendrá que estar listo “el marco para un sistema europeo de información, gestión y pago de los transportes multimodales, tanto de pasajeros como de mercancías”.

En cuanto a las medidas planteadas en el resto de transportes, destacan tres consignas: en el tráfico aéreo, se buscará que el 40 por ciento del combustible de aviación sea sostenible y de bajas emisiones de carbono; se fija una reducción mínima del 40 por ciento en las emisiones del transporte marítimo para 2050; y, como medida estrella, ese año será el fin de “los automóviles de combustible convencional en las ciudades”.

Este catálogo de metas tiene un objetivo global: reducir las emisiones de carbono en el transporte en un 60 por ciento de aquí a 2050 sin que se rebaje la movilidad. Siim Kallas resume el espíritu del plan: “Para que Europa pueda ser competitiva en el mundo, por el crecimiento económico, la creación de empleo y la calidad diaria de la población, es vital contar con sistema de transportes competitivo. Ni se plantea la opción de restringir la movilidad; ni tampoco la de dejar que todo siga igual”.

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