La línea ferroviaria que discurre entre Sagunto y Calatayud y su ramal desde Caminreal a Zaragoza, han sido objeto de un denso trabajo de investigación por parte del ferroviario y universitario Carlos Sanz, el cual recibió un premio por este trabajo que ahora ha publicado.
(27/07/2010) Carlos Sanz de Aguilera, un ferroviario de la plantilla de Adif que combina su trabajo en el ferrocarril con las aulas universitarias, ya que es profesor de Económicas y Empresariales en el Centro Asociado de la Uned en Teruel, vio como sus esfuerzos en analizar la historia del ferrocarril de su tierra turolense, fueron recompensados con el Premio de Ensayo e Investigación de la Delegación del Gobierno en Aragón. El premio incluía la publicación del trabajo ganador: un volumen de 426 páginas que glosan la historia de una de las más singulares empresas ferroviarias españolas, el Ferrocarril Central de Aragón.
La pasión de Carlos Sanz Aguilera por el ferrocarril se deja ver en todas las páginas de su texto. Sanz es miembro fundador de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Teruel, sumando así en este empeño su pasión genérica por el ferrocarril con su querencia natural por los ferrocarriles turolenses, de los cuales esta línea es el ejemplo más representativo.
Sanz Aguilera platea esta obra como un trabajo necesario, ya que la historiografía ferroviaria española, ya sea desde los análisis de la historia económica o de la pura historia ferroviaria han analizado con detalle los procesos desarrollados por las grandes empresas anteriores a Renfe: MZA, Norte, Andaluces, Oeste…, pero no hay suficientes monografías sobre estas pequeñas empresas ferroviarias que, total o parcialmente, mantuvieron su independencia de las grandes empresas hasta la creación de Renfe en 1941.
Bajo esta premisa, escribir una historia de esta empresa ferroviaria, hasta ahora trabajada de forma tangencial o en estudios de cortas miras, Carlos Sanz ha dedicado un largo tiempo a analizar archivos, bibliotecas y hemerotecas para ir extractando, con rigor investigador, las claves que alumbraron el ferrocarril y el contexto histórico en el que se gestó.
Este ferrocarril tiene en sus espectaculares viaductos una de sus señas de identidad. |
Con la obra ya ejecutada, Sanz Aguilera hace una detallada presentación de los parámetros técnicos de aquel ferrocarril, tanto en lo referido a la geometría del trazado, sus aparatos de vía o la disposición de sus estaciones, con alguna, quizás superflua, aportación de nociones ferroviarias básicas, un poco fuera de lugar quizás en este denso trabajo.
Otro de los capítulos de esta obra se centra en las complejas relaciones que mantuvo el Central con la línea minera vecina, casi completamente paralela, el Ferrocarril Minero de Sierra Menera, con el cual mantuvo un sustancioso litigio durante la construcción de la línea minera y con el que, finalmente, tuvo una relación de vecindad con altos y bajos.
El trabajo de Sanz Aguilera, que se ciñe en el tiempo a la etapa de ferrocarril privado, antes de su adscripción a la red de Renfe, prosigue con la historia de la explotación de este ferrocarril, su actividad económica o la presentación de sucesos cruciales en su historia, como el trágico accidente del puente de Luco. También dedica un apartado a otro evento crucial de este ferrocarril, como fue su compra por Norte, adquisición que en cualquier caso no le hizo diluirse como otras líneas dentro de su red. Presenta fugazmente la historia de otro frustrado ferrocarril, el Saint Girons-Baeza, que se cruzaría en Teruel con esta línea y que, de haberse concluido, podría haber marcado muchos cambios.
El accidente del puente de Luco fue uno de los episodios más trágicos de la historia de este ferrocarril |
El ramal Caminreal Zaragoza
Carlos Sanz también dedica otro par de apartados a la historia de la línea de Caminreal a Zaragoza, íntimamente ligada a la del Central, trazado al cual dedica una intensidad de investigación parecida a la del objeto central de su estudio. Y, como no podría ser menos viniendo de un profesor de Económicas, Sanz dedica otro apartado a la historia económica de la línea, sus finanzas, aunque tampoco excesivamente largo.
Otro denso apartado es el correspondiente al repaso al material móvil que surcó aquellos carriles durante su vida privada, ya fueran locomotoras, automotores, coches, vagones o material de servicio interno (grúas, dresinas…). Sanz va concluyendo su trabajo con la presentación de la explotación de los últimos años del ferrocarril previo a su incorporación a Renfe, con una cuidada referencia de los desastres acaecidos en la línea y su explotación durante la Guerra Civil, periodo en el que la línea estuvo en pleno frente, sufrió múltiples afecciones y jugó un gran papel logístico para ambos bandos contendientes. Tras un breve repaso al proceso de su adscripción a Renfe, Sanz Aguilera presenta nuevas líneas de investigación centradas en el incesante devenir de la línea durante su época de explotación pública.
El trabajo de Carlos Sanz juega con una ágil maqueta, insertando apartados con diferente tratamiento gráfico para resaltar algunos episodios singulares del ferrocarril, y cuenta con una nutridísima documentación gráfica, tanto de fotografías históricas como de planos de los diferentes proyectos que sirvieron para construir las vías. Hay sobrada documentación planimétrica sobre las diferentes estaciones del ferrocarril y se acompañan numerosas tablas con datos técnicos, económicos, de horarios comerciales, que permiten acercarse de manera más completa a este completo trabajo de investigación.