(01/02/2010) El presupuesto base de licitación, que también incluye la formación del personal que conducirá los trenes, asciende a 47,75 millones de euros y el plazo de ejecución es de veintiséis meses. Las ofertas que han concurrido en el plazo de recepción establecido corresponden a los siguientes fabricantes: Siemens, Vossloh España y CAF-Santana.

El pedido inicial para la puesta en funcionamiento del metro ligero de Granada es de trece unidades, si bien el concurso establece una posible ampliación de cuatro trenes adicionales, hasta llegar a diecisiete unidades (cuatro trenes adicionales) durante dos años, en función de la demanda real que tenga este nuevo sistema de transportes.

De acuerdo con los parámetros de calidad establecidos para el Metropolitano de Granada, las ofertas deberán garantizar la adecuación del material móvil a los requisitos de accesibilidad, confort, integración urbana, sostenibilidad y seguridad del usuario. Así, los trece trenes deberán ser de piso bajo para facilitar la accesibilidad de los usuarios, entre ellos las personas con movilidad reducida, que dispondrán de, al menos dos áreas para ellos y para carritos de bebé. La capacidad de transportes de cada unidad será de en torno a doscientas personas, de los que entre el 25 y el 30 por ciento irán  sentados, y el resto de pie. La unidad ofertada deberá permitir la composición de unidades dobles para duplicar la capacidad y atender demandas o servicios especiales.

Tracción sin catenaria

Una de las principales novedades introducidas en este concurso del material móvil consiste en que las ofertas para su fabricación están obligadas proporcionar soluciones para la circulación de los trenes sin necesidad de catenarias en determinados tramos urbanos del trazado. En función de este requisito, el material móvil deberá disponer de un sistema embarcado para que los trenes circulen por algunos tramos urbanos sin necesidad de catenarias. Únicamente, se excluye para este concurso el sistema de alimentación por suelo (APS), ya que esta prestación no podrá, en ningún caso, suponer una modificación de la infraestructura.

Por otra parte, se valorará también que el material móvil disponga de un sistema que sea capaz de recuperar la energía de frenado para su posterior uso en tracción que permita, al menos, un ahorro de consumo energético del 20 por ciento.  En términos de seguridad, las unidades de tren dispondrán de, al menos, dos sistemas de frenos independientes para garantizar la prestación del servicio en caso de incidencia o avería de uno de estos sistemas.

La velocidad máxima será de 70 km/hora, aunque en los tramos en superficie las velocidades no serán superiores a los 50 km/h. La velocidad comercial se situará entre los 20 y 28 km/h, lo que permitirá realizar los trayectos con unos tiempos de viaje muy competitivos frente al vehículo privado: Albolote-Maracena en seis minutos y cincuenta segundos; Maracena-Granada en cuatro minutos y doce segundos; Albolote-Granada en once minutos, tres segundos’ y Cerrillo Maracena-Armilla en 31 minutos.

La primera unidad deberá entregarse dentro de los primeros dieciocho meses posteriores a la firma del contrato; las cinco unidades siguientes se entregarán con una cadencia de dos semanas, mientras que las nueve restantes deberán entregarse antes del vigésimo sexto mes de ejecución. El suministro de los trenes deberá contar con la certificación que verifique que las pruebas en fábrica de los trenes se han completado adecuadamente.

El Metro de Granada, infraestructura de transportes que ejecuta la Junta de Andalucía, tendrá una longitud total de 15,9 kilómetros y contará con veintiséis estaciones (veintitrés en superficie y tres soterradas). La población servida, residente a menos de quinientos metros de una estación, será de 120.000 personas, con una demanda anual de alrededor de doce millones de viajeros.