Brasil contará con una línea de alta velocidad que conectará Río de Janeiro y Sao Paulo, las dos metrópolis más grandes del país. Aunque el proyecto ha atravesado múltiples altibajos, la línea, de 510 kilómetros de longitud, estará operativa en 2015.
(02/12/2009) Brasil se convertirá en 2015 en el primer país de Iberoamérica en contar con una línea de alta velocidad. La línea conectará las dos metrópolis más grandes de Iberoamérica, Sao Paulo y Río de Janeiro y tendrá un coste de unos 13.500 millones de euros.
La línea, además, tendrá conexión con los aeropuertos de estas tres ciudades, e incorporará, posiblemente cinco paradas intermedias: tres en el centro de Campinhas, Sao Paulo, y Río de Janeiro, y dos paradas opcionales, una en Volta Redonda y Sao José dos Campos (Vale do Paraíba).
La licitación se convocará antes de finales de año, mientras que la entrega de las ofertas se realizará en el primer trimestre de 2010, y el anuncio del consorcio ganador se dará a conocer probablemente a mediados de 2010.
Empresas aspirantes
Entre las aspirantes a construir la línea se encuentran empresas de España, Corea del Sur, Italia, Francia, Alemania. Además, un consorcio japonés, formado por Mitsui, Mitsubishi, Kawasaki y Toshiba, ha presentado una oferta basada en el tren Shinkansen, que transportó 340 millones de viajeros en 2008, a lo largo de 2.100 km de líneas en Japón.
Metro y cercanías
En materia de transporte urbano, algo fundamental por la celebración de los Juegos Olímpicos de 2016, Río de Janeiro, cuenta con autobuses como principal medio de transporte. Existen casi 440 líneas de autobuses municipales que utilizan más de cuatro millones de personas diariamente, además, de las líneas interurbanas.
La ciudad cuenta con una red de metro, denominada Metro Río, con dos líneas y 33 estaciones. Como complemento, la ciudad posee una red de cercanías formada por varias líneas. Sólo por la red de metro, transitaron durante 2007 alrededor de 170 millones de viajeros.
Tranvía eléctrico
Río de Janeiro posee además uno de los tranvías eléctricos más antiguos del continente americano, hoy en día más utilizado por turistas que por los habitantes de Río. El tranvía histórico de Santa Teresa constituye una forma rápida, divertida y económica para acercarse a una de las partes más pintorescas de la ciudad. El tranvía de Santa Teresa, que localmente se le conoce con el nombre de “bonde”, entró en servicio en 1891, reemplazando en aquel momento a los tranvías tirados por caballos. En aquella época, el ancho de vía se modificó a 1.100 milímetros, y sigue siendo el mismo hoy.
(Más información en núm. 536 de diciembre de Vía Libre)