Locomore, una empresa de participación conjunta formada por la sociedad estadounidense Railroad Development Corp, Locomore Rail GMBH y el inversor británico Michael Schabas ha anunciado la creación de un servicio ferroviario intercity de viajeros en Alemania.
Estación central de Hamburgo. |
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(05/11/2009) Denominado Hamburgo-Colonia Express, el nuevo servicio ferroviario consistirá en tres trenes diarios entre ambas ciudades a partir del 15 de agosto de 2010. Los trenes darán cobertura, entre otros lugares, a la estación central de Düsseldorf, Gelsenkirchen y Osnabrück. Los trenes ofrecerán varios tipos de acomodación, con precios dirigidos a los mercados de ocio y de negocios.
El servicio utilizará material rodante procedente de los Ferrocarriles Federales Austriacos, en concreto las unidades eléctricas intercity 4010, que fueron adquiridas el año pasado.
Además, Locomore tiene previsto lanzar servicios ferroviarios entre varias ciudades alemanas, pero su director gerente, Carsten Carstensen, ha afirmado recientemente que existen demasiados problemas para que los nuevos operadores compitan en los mercados internacionales.
Oferta
La creación de estos nuevos servicios ferroviarios precede a la liberalización de los servicios internacionales de viajeros, que se producirá el 1 de enero de 2010 y tiene como objetivo aumentar la oferta a disposición del cliente, pero la feroz competencia entre el ferrocarril y el avión puede dar paso a fusiones de empresas en el futuro.
La “batalla” por la concesión de servicios ferroviarios comenzará en 2010, y se prevé interés común por ciertas rutas como Londres-París, París-Francfort o París-Bruselas-Amsterdam. DB y Air France-Veolia ya han expresado su interés por hacerse con surcos en el Túnel del Canal.
Oportunidades y amenazas
Las grandes inversiones públicas en alta velocidad han abierto las oportunidades a la hora de competir con muchos corredores aéreos. Y qué duda cabe que las líneas aéreas tendrán que trazar sus estrategias para competir con el ferrocarril. Algunos expertos señalan a este respecto que más razonable sería establecer alianzas entre empresas ferroviarias y aéreas.
Para algunos ferrocarriles resulta incluso difícil gestionar sus propias redes, cuanto más explotar servicios fuera de sus fronteras. Por ello, la liberalización puede convertirse en un arma de doble filo, en tanto que puede constituir una oportunidad pero también una amenaza para todos los operadores.