(13/02/2025)  

La mayor densidad de la red ferroviaria se registró en República Checa, con 123,2 metros de líneas ferroviarias por kilómetro cuadrado. Otros países de la Unión Europea con altas densidades fueron Bélgica (119,2 metros/kilómetro/cuadrado), Alemania (109,5 metros/kilómetro cuadrado) y Luxemburgo (104,8 metros/kilómetro cuadrado).

En el otro extremo, las densidades más bajas de la red ferroviaria se encontraron en Grecia (14,0 metros/kilómetro cuadrado) y Finlandia (19,4 metros/kilómetro cuadrado). También se registraron bajas densidades en Suecia (26,8 metros/kilómetro cuadrado), Estonia (27,2 metros/kilómetro cuadrado), Portugal (27,8 metros/kilómetro cuadrado), Letonia (28,9 metros/kilómetro cuadrado) e Irlanda (29,8 metros/kilómetro cuadrado).

En la red ferroviaria de la Unión Europea, las líneas ferroviarias de alta velocidad diseñadas para una velocidad de 250 kilómetros/hora o más, a menudo cruzan fronteras nacionales, lo que facilita los viajes de alta velocidad sin interrupciones por toda la Unión Europea. Esta red interoperable ha experimentado un crecimiento significativo durante la última década. De 2013 a 2023, se amplió en 2.744 km (+47,2 por ciento) hasta 8.556 kilómetros. 

En 2023, España encabezó la categoría, con 3.190 kilómetros de líneas de alta velocidad, un aumento del 66 por ciento con respecto a los 1.919 kilómetros en 2013, seguida de Francia con 2.748 kilómetros (+35 por ciento frente a 2.036 kilómetros), Alemania con 1.163 kilómetros (+32 por ciento frente a 881 kilómetros) e Italia con 1.097 kilómetros (+63 por ciento frente a 675 kilómetros). Bélgica registró 211 kilómetros de líneas de alta velocidad y los Países Bajos, 90 kilómetros (ambas sin cambios desde 2013). Dinamarca cuenta con 57 kilómetros, inaugurados en 2019.