(09/10/2024)  

Sin embargo, no todo el mundo está satisfecho con la idea del nuevo pase ferroviario, y la Comisión de Trabajadores de CP afirma que será un desastre financiero para la compañía y revelará su falta de capacidad para responder a un aumento de la demanda. Los veinte euros suponen una cantidad inferior a un billete de segunda clase en un tren Intercidades de Lisboa a Coimbra, que cuesta 21,30 euros en segunda clase y 26,85 euros, en primera clase. 

El pase tampoco será válido en los trenes urbanos de las áreas metropolitanas de Lisboa y Oporto. 
Esto significa que habrá un coste adicional para los pasajeros que ya pagan por pases de transporte público intermodal en estas zonas: treinta euros para el pase ‘Navegante Municipal’ en Lisboa o cuarenta euros para el ‘Navegante Metropolitano en Oporto’.

Una inversión en el futuro

El primer ministro afirmó que se trataba de “una inversión en las personas, una inversión en el medio ambiente, una inversión en el futuro”. También añadió que la iniciativa formaba parte de un plan de movilidad verde más amplio del país, cuyo objetivo es facilitar el uso del transporte sostenible.

Aún no hay muchos más detalles sobre cuándo exactamente estará disponible el pase o quién podrá comprarlo. Se espera más información sobre cómo funcionará como parte de un paquete más amplio de medidas de movilidad del gobierno. El lanzamiento, previsto en principio para finales de septiembre, ahora se dice que tendrá lugar antes de fin de año, tras negociaciones con CP para garantizar una puesta en marcha efectiva y segura que garantice la calidad del servicio.

Otros pases equivalentes en Europa

Alemania introdujo su Deutschlandticket de 49 euros en abril del año pasado, que permite viajes en tren ilimitados en servicios regionales en toda la red del país durante un mes. Esto provocó un aumento en el número de pasajeros de ferrocarril durante los primeros dos meses después de su lanzamiento. Considerada la “mayor reforma del transporte público en la historia de Alemania”, se han planteado dudas sobre la viabilidad financiera a largo plazo del pase, y su precio aumentará en nueve euros a partir del próximo año.

Francia lanzó este año el ‘France Pass’ mensual,  pero solo está disponible para residentes franceses menores de veintisiete años y no incluye trenes TGV de alta velocidad ni los de la región de París. En Austria, el ‘Klimaticket’, con un coste de 1.095 euros, se acepta en todos los transportes públicos del país durante un año. Hay precios con descuento para viajeros menores de veinticinco años y mayores de 65, así como para personas con discapacidad. Si no se necesita un billete para todo el país, también existe el Klimaticket regional, válido en una o más provincias determinadas.

Hungría ofrece un plan similar a través de dos tipos de tarjetas de viaje. La tarjeta nacional de transporte permite utilizar todas las líneas de autobús y tren de Hungría de las compañías ferroviarias Máv-Start, Máv-Hév y Gysev, así como los servicios de la compañía de autobuses Volánbusz. La única excepción son los servicios municipales. Cuesta alrededor de 49  euros para treinta días y los estudiantes reciben una reducción del 90 por ciento en el precio. Hungría también ha introducido tarjetas de viaje provinciales que permiten utilizar los servicios de autobús y tren en uno de los diecinueve condados del país por unos veinticinco euros.