El servicio de tren bala más transitado de Japón, que conecta sus tres áreas metropolitanas más grandes: Tokio, Nagoya y Osaka, ha cumplido sesenta años. La línea Tokaido Shinkansen comenzó a operar el 1 de octubre de 1964, justo antes de los Juegos Olímpicos de Tokio, abriendo una nueva era para el ferrocarril.
(04/10/2024)
Con una velocidad máxima de 210 km/h conectaba Tokio y Osaka en cuatro horas. El tiempo de viaje actual se ha reducido a dos horas y veintiún minutos. Unos 7.000 millones de pasajeros ha viajado en el tren en los últimos sesenta años, según JR Central. El servicio sigue siendo un emblema del país, impecablemente limpio, puntual y seguro. El retraso medio en la red es de menos de un minuto.
Cada día, casi un cuarto de millón de pasajeros viajan en la línea Tokaido Shinkansen, que se extiende desde Tokio, pasando el Monte Fuji, hasta Hakata, a unas cinco horas de distancia. JR Central nunca ha tenido un accidente con resultado de muerte o lesiones en el tren bala, en un país donde terremotos, tifones y fuertes nevadas son comunes.
La seguridad, máxima prioridad
La seguridad es la máxima prioridad y se basa en gran medida en la formación de los empleados. Con conexiones que abarcan todo el país, la velocidad máxima del Shinkansen es de 320 km/h. y su morro aerodinámico y los espaciosos interiores siguen siendo un símbolo de la ingeniería japonesa.
El crecimiento demográfico a lo largo de las rutas Shinkansen durante estas seis décadas es consecuencia de su impacto en la economía de Japón. También ha sido un factor para a acelerar la superpoblación de la ciudades y la despoblación en el Japón rural.