El Metro de Granada ya cuenta con una cubierta vegetal en el recinto de talleres y cocheras, que incluye una superficie ajardinada y la instalación de placas fotovoltaicas que refuerzan el carácter sostenible del metropolitano. La Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, a través de la Agencia de Obra Pública, ha finalizado las obras de esta cubierta tras una inversión de 6,36 millones de euros, a los que hay que sumar un millón más de la instalación de placas solares, lo que arroja una inversión total de 7,3 millones.
(17/04/2024)
La construcción de la cubierta vegetal es una de las principales actuaciones, junto a la ampliación de la flota de trenes, para la mejora del sistema de transportes del Metro de Granada. La enorme estructura, de 9.000 metros cuadrados construida sobre 120 pilares de una altura máxima de doce metros, alberga ocho vías con capacidad para el estacionamiento de hasta 32 unidades. Este aforo es más que suficiente, no solo para albergar la actual flota de quince unidades, sino para las ocho nuevas unidades adquiridas para la mejora del servicio y la futura prolongación sur del Metro de Granada.
Originariamente, los talleres y cocheras del metro, situados junto a Cerrillo Maracena en término municipal de Granada, no preveían ninguna instalación sobre la playa de vías. La nueva cubierta supone una significativa mejora en el mantenimiento de los trenes, alargando la vida útil de las unidades y mejorando las condiciones de trabajo de los operarios de los talleres y cocheras. Las instalaciones existentes sólo tenían protección para seis unidades en la nave de Talleres, por lo que el resto de los trenes se encontraban a la intemperie, algo que no favorece la óptima preservación de su vida útil, ni el confort para el desarrollo de las tareas del personal de mantenimiento y operación.
Por otra parte, la cubierta vegetal, con más de 3.300 metros cuadrados de superficie ajardinada y 1.400 placas fotovoltaicas instaladas (que ocupan 2.400 metros cuadrados), refuerza el carácter sostenible del metro, disminuyendo la huella de carbono y mejorando la eficiencia energética propia del medio de transporte colectivo. El resto de la superficie de la cubierta vegetal, hasta los 9.000 metros cuadrados totales, lo ocupa la zona de encaminamientos (caminos de servicios para accesos).
Diseño arquitectónico singular
La cubierta está diseñada a partir de unas superficies triangulares que albergan las placas solares y plantas autóctonas, que contribuyen al aislamiento térmico y reducen la temperatura ambiental. Sobre la superficie superior, que se ve desde la GR-30 de Granada, emergen tres lucernarios o claraboyas que aseguran la iluminación y la ventilación natural en caso de un cierre hipotético futuro del espacio inferior.
Toda la producción eléctrica de la instalación fotovoltaica de la nueva cubierta, unida a otros dos contratos de placas que se están colocando en otras instalaciones del metro de Granada, será consumida por el metro para dar cobertura a su demanda energética. Sumando todas las placas fotovoltaicas que se están instalando, el autoconsumo del metro podrá situarse en el 25 por ciento, rebajándose así el coste de la factura energética de este sistema de transportes.
La superficie vegetal, por su parte, será capaz de absorber veinte toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera al año. En este sentido, se han utilizado plantas autóctonas que requieren poco mantenimiento y que conforman una solución paisajística acorde con el entorno.
Debido a las grandes dimensiones y a su diseño arquitectónico, la cubierta vegetal está llamada a convertirse en una imagen icónica de la marcada reputación ambiental del metro y de su compromiso con el entorno y con los ciudadanos, ofreciendo un servicio de transporte limpio y saludable en el área metropolitana de Granada.
De hecho, dicho diseño arquitectónico y su geometría ha perseguido la total adaptación de la nueva cubierta al paisaje de la Vega de Granada, que además se puede visualizar desde la torre de comunicaciones de este equipamiento, dotada de un ascensor para facilitar tareas de mantenimiento y limpieza.