(21/11/2023)  

Las traviesas que se van a renovar se ubican en diez curvas del trazado, los puntos de la vía susceptibles de producirse dilataciones de carril, que se encuentran en la fase final de su vida útil. El presupuesto total de esta obra es de 1,8 millones de euros. La novedad de la actuación es que se sustituirán por otras que incorporan un tacón de hormigón en la zona de contacto con el carril. De esta forma, hay un mayor rozamiento con el balasto y se aporta una mayor rigidez a la vía. Además, los carriles mejoran la resistencia lateral y se evitan dilataciones en oleadas de calor o en días con un contraste térmico entre las temperaturas mínimas y máximas.

La instalación de estas traviesas se lleva a cabo en la línea Llobregat-Anoia por ser de ancho métrico, el tipo de vía más expuesto a esta incidencia. Hasta ahora, FGC ya las había implantado en algunas curvas del ramal de Martorell en Igualada. La intervención de ahora en el tramo de Manresa a Olesa es la primera de envergadura en este tipo de vía. 

El cambio de estas 6.500 travesías se ha iniciado coincidiendo con el corte del servicio por las obras de mantenimiento de los túneles de la Puda y de Firmat y de los puentes metálicos de Marganell, Boades y Carretera de Vic, cinco infraestructuras que se encuentran en el tramo Manresa-Olesa. Los trabajos continuarán el fin de semana del 2 y 3 de diciembre. De forma paralela, FGC también está renovando las traviesas de algunas curvas del ramal de Igualada, de la misma línea Llobregat-Anoia.