El presidente indonesio, Joko Widodo, ha inaugurado el primer ferrocarril de alta velocidad del Sureste Asiático, un proyecto clave que conecta Yakarta y Bandung y que reducirá drásticamente el tiempo de viaje entre las dos ciudades.
(09/10/2023)
El proyecto se ha visto afectado por retrasos y costes crecientes, y algunos observadores dudan de sus beneficios comerciales, pese a todo, Widodo ha defendido el ferrocarril, de 142 kilómetros que ha supuesto una inversión de 6.900 millones de euros, financiado en gran parte por China, fue construido por PT Kereta Cepat Indonesia-China, PT KCIC, empresa conjunta entre un consorcio indonesio de cuatro empresas estatales y China Railway International.
El ferrocarril, el más rápido del Sureste Asiático, conecta Yakarta con Bandung, la densamente poblada capital de la provincia de Java Occidental, y reducirá el tiempo de viaje entre las ciudades de las tres horas actuales a unos cuarenta minutos.
Indonesia inició la construcción del proyecto en 2016. Originalmente se esperaba que la línea comenzara a funcionar en 2019, pero se retrasó por disputas sobre la adquisición de tierras, cuestiones ambientales y la pandemia. Estaba previsto que costara 4.076 millones de euros, pero la cantidad se disparó finalmente a 6.900 millones de euros.
Trenes modificados para el clima tropical
Los trenes han sido modificados para el clima tropical de Indonesia y están equipados con un sistema de seguridad que puede responder a terremotos, inundaciones y otras condiciones de emergencia. El tren, con una longitud de 209 metros, tiene capacidad para 601 pasajeros.
Los precios de los billetes de ida por pasajero oscilarían entre los quince euros en segunda clase y los veinte para asientos VIP. Los pasajeros que vayan al centro de Bandung deben tomar una lanzadera desde la estación de Padalarang, que tarda otros veinte minutos, con un coste de casi tres euros.
El acuerdo para construir el ferrocarril se firmó en octubre de 2015, después de que Indonesia seleccionara a China, en lugar de Japón, en una feroz puja. Se financió con un préstamo del Banco de Desarrollo de China por el 75 por ciento del coste. El 25 por ciento restante, procedente de fondos propios del consorcio.