(22/06/2023)  

Según se recoge en este informe, Cataluña requiere una inversión acumulada de 50.900 millones de euros para desplegar las infraestructuras necesarias en materia de transporte acorde a las necesidades de la región. En este análisis se identifican una veintena de proyectos prioritarios en el horizonte 2030 que ayudarían a conseguir este objetivo.

Entre ellos destacan o la estación intermodal de La Sagrera, el desdoblamiento de la R3 hasta Vic, la  construcción del tramo central de la línea 9 del Metro de Barcelona, actuaciones en la red de transporte de mercancías como la construcción de terminales intermodales y el Corredor Mediterráneo en ancho internacional. Otra de las obras que consideran clave es el acceso ferroviario de alta velocidad al aeropuerto de Girona y el estación intermodal Camp de Tarragona. 

Cercanías

En cuanto a la red de Cercanías recuerdan que el desarrollo de la segunda fase del Plan de Cercanías (2020-2030) es esencial y necesita la cooperación entre el Estado y la Generalitat de Cataluña. Otra actuación que estiman necesaria en el horizonte 2030 es  la construcción de intercambiadores para crear una red que incremente la cuota del transporte público en la movilidad metropolitana.

La inversión total estimada por parte de la Generalidad de Cataluña para hacer posible esta red en el horizonte 2030 sería de 1.440 millones de euros, mientras que la partida destinada a los intercambiadores y `park&ride` se situaría en 885 millones de euros.

Asimismo, resaltan que a largo plazo, es importante comenzar a estudiar los nuevos proyectos que tendrán para 2040 para alcanzar la neutralidad climática en 2050. Entre ellos citan el tercer túnel de Cercanías y el nuevo túnel para conectar el Vallés y Barcelona. En este horizonte la inversión estimada por el Estado es de 5.600  millones de euros y novecientos por parte de la Generalitat.

La Cámara de Barcelona ve también necesario ampliar el foco más allá de del área metropolitana de Barcelona, por ejemplo, con incrementos de capacidad en las líneas que discurren en vía única (Manresa, Igualada) para crear en un nuevo sistema de servicios regionales que conectarse a las ciudades medias catalanas con las principales redes y nodos de transporte del país.

Un Corredor Mediterráneo que quedará limitado

En cuanto al Corredor Mediterráneo, se han identificado una serie de proyectos asociados a este corredor como la finalización de las ampliaciones de los puertos de Barcelona y Tarragona y la construcción de nuevas terminales intermodales, con una inversión de 1.975 millones de euros para el período 2025-2030. En este sentido, consideran imprescindible transformar a ancho internacional las líneas convencionales para canalizar los trenes de mercancías, con  el eje Mollet-Portbou  como prioritario, y separarlas de los servicios de pasajeros.