(27/02/2023)  

El coste generado por los grafitis en los trenes de Renfe en 2022 fue de unos unos 69.000 euros diarios, más de 25,2 millones anuales. Durante el último año, este acto de vandalismo supuso que se pintara cerca de 80.000 metros cuadrados de superficie en trenes. Para  retirar estas pintadas se emplearon 10.500 horas de trabajo en limpieza de trenes.

A estos gastos se sumaron, tal como explica Renfe, los dedicados a la presencia de personal de seguridad para  evita que las pintadas fuesen  de mayor dimensión, además de abortar 729 incursiones grafiteras. El año pasado el personal de seguridad de Renfe detuvo a 33 grafiteros y las fuerzas y cuerpos de seguridad pusieron a disposición judicial a 150.  En 2022 se denunciaron 3.559 intrusiones de grafiteros en las instalaciones de la operadora, lo que representa una media de cerca de diez actos vandálicos al día.

La pintura que emplearon, unos 16.000 litros aproximadamente, se compone de sustancias tóxicas como el benceno o el 1,3-butadieno, que tienen efectos nocivos sobre el medio ambiente y las personas. Esta cifra supone unos 40.000 botes de pintura. Otra de las consecuencias es que la eliminación de estos grafitis obliga a movilizar los trenes hacia los centros de limpieza y el consumo eléctrico de estos desplazamientos equivale al 400.000 Kwh.