Cookie Consent by FreePrivacyPolicy.com Un estudio británico concluye que no es conveniente la utilización de cinturones de seguridad en trenes

Portada:  Noticia de actualidad


Recomienda el uso de cristales laminados en todos los vehículos nuevos

Un extenso informe publicado por el Consejo de Seguridad Ferroviaria y Normas (RSSB) de Gran Bretaña reúne las conclusiones de varios programas de investigación que se han llevado a cabo durante los últimos cinco años en torno a la utilización de cinturones de seguridad en los trenes.


Un estudio británico concluye que no es conveniente la utilización de cinturones de seguridad en trenes
 
 
 

(29/06/2009) La conclusión más importante es que debe considerarse en conjunto la utilización de cinturones, el grosor de las ventanas y las salidas y acceso de los equipos de rescate. Las conclusiones resultantes del estudio son bien claras, y el Consejo de Seguridad Ferroviaria y Normas (RSSB) estima que los cinturones de seguridad en los trenes aumentarían el riesgo de lesiones en una colisión. Además, las ventanas no deberían utilizarse como rutas de escape, y los cristales laminados de las ventanas deberían salvar vidas, pero no impedir el rescate.

Riesgo de lesiones

El informe resume los resultados de tres proyectos de investigación iniciados por RSSB. El primer proyecto daba respuesta a un descarrilamiento acaecido en Potters Bar en 2002, y propugnaba el uso de cinturones para evitar que los viajeros sean lanzados en el interior de los coches y salieran despedidos por las ventanas.

Este proyecto, concluido en 2005, analizaba los cinturones que se utilizan en los aviones y que se anclan en dos puntos. La conclusión era que aumentaban el riesgo de lesiones y que son incompatibles con los asientos anticolisión que ahora se están instalando.

Los hallazgos de los otros dos proyectos se han publicado conjuntamente con el informe general. Uno, estudiaba los cinturones con tres puntos de anclaje, como los de los automóviles, mientras que otro analizaba el uso de cristales laminados en contraposición con los cristales reforzados en los coches de viajeros.

Pruebas con maniquíes

Mucha de la información se ha obtenido de estudios realizados sobre lesiones provocadas en siete accidentes ferroviarios acaecidos en Gran Bretaña en la última década, en los que los viajeros resultaron heridos al descarrilar los trenes a gran velocidad.

Ambos proyectos de investigación sobre cinturones anclados en dos y tres puntos se llevaron a cabo en las instalaciones de pruebas del Laboratorio de Investigación de Transportes. Aquí se efectuaron pruebas con maniquíes en asientos anticolisión, que son los que se utilizan hoy en día en los trenes y están diseñados para deformarse cuando son golpeados por las rodillas o la cabeza del viajero sentado detrás.

Despedidos por las ventanas

Tras esta prueba, se llegó a la conclusión de que, con los cinturones de dos puntos de anclaje, el cuerpo del viajero sentado detrás giraba, de forma que la cabeza acaba golpeando el respaldo del asiento de enfrente, con el riesgo de producirse rotura de cuello. La investigación con los cinturones de tres puntos de anclaje no fue mucho mejor.

La otra duda era si los cinturones habrían podido evitar que los viajeros fueran despedidos por las ventanas. Se analizaron seis recientes accidentes, y la conclusión fue que, aunque se podía haber salvado la vida de once viajeros que fueron despedidos a través de las ventanas, los cinturones habrían causado la muerte a 88 personas, pues habrían atrapado a los viajeros en “un espacio mínimo” que no les hubiera permitido sobrevivir. Al parecer, muchos de los viajeros que son lanzados alrededor del coche evitan la muerte por aplastamiento.

Cristales laminados

Por otra parte, la medida de utilizar cristales laminados en Reino Unido surgió tras el accidente de Polmont, en 1984, cuando un tren arrastrado por locomotora descarriló tras atropellar a una vaca. El primer coche se giró violentamente y cayó a una zanja, falleciendo trece viajeros. En el cristal laminado, una lámina de butilo de polivinilo se introduce entre dos paneles de cristal. Como una lámina de metal, se deforma con un impacto, pero no se rompe.

El estudio recomienda que, en el futuro, todos los vehículos nuevos incorporen este tipo de cristal.