(17/06/2022)  

Con una inversión global de 1.478.195,71 euros, Adif ha finalizado los trabajos de rehabilitación del puente de 136,13 metros de longitud construido en la década de 1860 que conecta las líneas Burdeos-Irún y Madrid-Hendaya. El proyecto de obras se adjudicó a ASCH Infraestructuras y Servicios, por un importe de 1.080.908,92 euros. A esta inversión, se suman las actuaciones específicas de integración ambiental y de seguridad y salud.

Vía doble electrificada

Se trata de una magnífica obra de la ingeniería de puentes del siglo XIX con notable valor monumental, arraigada en el paisaje de la bahía de Txingudi, en la desembocadura del río Bidasoa. Soporta una vía doble y electrificada. La vía izquierda -vía francesa- es de ancho estándar, de 1.435 milímetros, la vía derecha -vía española- es de ancho ibérico, de 1.668 milímetros. Debido al paso del tiempo y las condiciones climáticas, se ha hecho preciso acometer labores de protección de la cimentación de dos de sus pilas, así como de saneamiento y reconstrucción del hormigón de la bóveda del vano tercero, lo que permitirá que mejore de forma notable su vida útil.

Las obras han incluido actuaciones como la reparación de los paramentos de fábrica, tanto en lo que se refiere a durabilidad de la estructura, como al aspecto estético con vegetación enraizada, deterioro de sillares, vesiculación de escudos, manchas, lavado de juntas, o fisuras, entre otros daños. Las actuaciones han exigido la protección con escollera alrededor de las cimentaciones de las pilas 1 y 2, asistidas por una pontona en el río, y reparaciones en los alzados, para lo cual se instaló un andamio colgado de los arcos y apoyado en las pilas.

Vano central

La operativa para colocar la escollera consistió en la descarga del material junto al puente, y traslado a la pontona de dieciséis metros de eslora mediante una grúa de cien toneladas posicionada en tierra, que disponía cada bloque en su lugar, gracias a un brazo con un pulpo hidráulico instalado en la embarcación. La ejecución fue controlada diariamente por buzos. Para las reparaciones en alzados y bóvedas se realizó una limpieza integral, rejuntado de piezas, reconstrucción de piezas rotas, inyección de grietas, y ejecución de nuevos desagües agargolados.

Se han reconstruido aquellos sillares que presentaban roturas mediante morteros de cal, específicos para cada tipo de piedra, reforzados con varillas de fibra de vidrio. También se han rejuntado las zonas deterioradas, y se han inyectado con lechada de cal a baja presión algunas grietas en bóvedas y tajamares. El vano central se encuentra en un ambiente marino agresivo, por lo que se ha saneado repicando, y reconstruyendo los primeros diez centímetros de hormigón, además de un acabado mediante mortero proyectado con el que se imita el color y el llagueado del resto de las bóvedas.

Entre otras actuaciones, se han ejecutado cuatro nuevos desagües de acero inoxidable en cada bóveda, rematados con gárgolas de piedra en la zona exterior, con el objetivo de evitar que el agua se siga infiltrando a través de las juntas, ya que esto daña los aparejos y genera suciedad.