(16/02/2022)  

El acuerdo permitirá utilizar los aproximadamente 16.000 kilómetros de red de fibra óptica de Adif, que da soporte a la explotación ferroviaria y ofrece servicio a los diferentes operadores de telecomunicaciones, para recoger datos que contribuyan a las investigaciones y desarrollos para la detección de terremotos y el estudio de la estructura más superficial del suelo que realiza la Red Sísmica Nacional, gestionada por el Instituto Geográfico Nacional.
El protocolo contempla el acceso a una fibra óptica oscura disponible en una línea ferroviaria, que no se encuentre previamente cedida a otra u otras entidades, para la ejecución de pruebas de concepto basadas en tecnología DAS (Distributed Acoustic Sensor) que emplean la fibra óptica como elemento de sensorización de la infraestructura para detectar posibles sismos.
Asimismo, se prevé el asesoramiento recíproco, apoyo mutuo, intercambio de información y formulación de iniciativas innovadoras y disruptivas en materia de fomento, desarrollo y seguimiento de actividades científicas y tecnológicas, referentes a riesgos sísmicos en infraestructuras.

Colaboración

El acuerdo favorecerá la colaboración en actividades de experimentación, divulgación, formación o demostración de resultados de investigación y pruebas de concepto, y en el diseño, asesoramiento y desarrollo de proyectos conjuntos de investigación, innovación y divulgación; la participación conjunta en convocatorias públicas y privadas para conseguir financiación para proyectos en las áreas descritas; la organización de jornadas, seminarios y eventos sobre temas de interés común; y el impulso de políticas de crecimiento de la innovación.

Adif y la fibra óptica

Adif está trabajando con tecnología DAS desde 2007, tras el desarrollo del proyecto de Monitorización de la Infraestructura mediante Fibra Óptica, que se basa en el empleo de una o varias fibras ópticas tendidas a lo largo del trazado ferroviario y que funcionan como elementos de sensorización.
El sistema que solo necesita realizar una pequeña intervención en los extremos de la fibra, que ya suele estar instalada en la canaleta de comunicaciones de la línea ferroviaria, permite monitorizar en tiempo real de una gran longitud de la infraestructura, a intervalos de unos diez metros.
Actualmente están en marcha dos proyectos de I+D+i con esta tecnología, Carril Roto 1 que plantea demostrar la viabilidad de detectar una rotura de carril en la vía, y proyecto Smanslope que busca disponer de un sistema operativo de advertencia del desprendimiento de rocas en la infraestructura ferroviaria.