(28/07/2021)  

En esta undécima campaña los catorce alumnos, supervisados y asesorados por la profesora Laura Riesco Sánchez centran sus trabajos en el Salón de Baile y en el Comedor de Gala.

En el Salón de Baile trabajan en la pintura mural de tres por dos metros, aproximadamente, ubicada en el lateral derecho del techo. Se trata de una composición rectangular que representa el cielo algo nublado, pero con el característico azul del cielo madrileño. Es uno de los trampantojos principales de la gran bóveda de este salón, que invita a los visitantes a transportarse a las alturas.

En esta campaña los alumnos han empezado a limpiar las capas de suciedad incrustada y barnices oxidados para desenmascarar los azules y las nubes que componen la bóveda celeste. Se está trabajando, asimismo, en las pinturas de los paramentos laterales y revestimientos decorativos con rocallas vegetales y decoraciones en celosía, recuperando las policromías originales.

Además, se instalará el cuarto y último luneto ovalado de vidrio pintado, cuya restauración se realizó en la Escuela durante el curso anterior y ahora se está completando en el Palacio. Descubiertos durante la campaña de restauración del año 2015, estos lunetos contaban cada uno de ellos con un lienzo delante que los ocultaba a la vista.

Los lienzos que los tapaban, con los mismos motivos pictóricos que los lunetos y restaurados en campañas anteriores, se instalarán en la Escalera de Nogal del Palacio para que queden a la vista y de este modo se puedan contemplar las ocho piezas durante las visitas al Palacio de Fernán Núñez.

Comedor de Gala

En el Comedor de Gala, los alumnos trabajan en el conjunto escultórico y lienzo superior de la chimenea, realizando la limpieza de capas de suciedad, depositadas por el humo de las velas, el tabaco y los sucesivos años de repintados.

Esta es la primera vez que la Escuela interviene en el Comedor de Gala, y lo hace también en el conjunto de estucos que decoran la parte superior de la chimenea del salón, que representan diferentes frutos de otoño y guirnaldas doradas, además de esculturas con motivos relativos a la caza con diversas tallas animales. Finalmente, y dentro del mismo espacio, se va a trabajar en el lienzo inserto en el medallón central, una “naturaleza viva” de gran calidad cuyo barniz oxidado impide la correcta contemplación de la obra.