Cookie Consent by FreePrivacyPolicy.com In memoriam Eduardo Tijeras

Publicaciones:  Reseńa bibliográfica


Ferroviario, escritor y miembro de la redacción fundacional de Vía Libre

En vísperas de celebrar el centenario del nacimiento de su amigo, colega escritor y compañero ferroviario, Manuel Pilares, llega bien tardiamente la noticia del fallecimiento de Eduardo Tijeras uno de los redactores fundadores de Vía Libre.


In memoriam Eduardo Tijeras
 
 
 

(06/07/2021) El óbito de este ilustre escritor, antiguo empleado emérito de Renfe, se produjo el pasado 12 de enero, en Madrid, donde su esposa, Isabel Cózar, también antigua empleada de la compañía, había fallecido un año antes. Eduardo Tijeras García de Soria nació en 1931 en Morón de la Frontera, localidad sevillana en la que su padre fue jefe de estación. Tras su ingreso en Renfe, pronto fue destinado a Madrid, en 1958, en principio con un cargo administrativo.

Conocido su prestigio en el mundo de las Letras, el destacado periodista de radio y televisión Victoriano Fernández Asís, primer director de Vía Libre, le reclutó en 1964 para la redacción fundacional de la revista establecida entonces en el mismo Palacio de Fernán Núñez donde hoy tiene su sede. En Vía Libre desarrolló una impagable y duradera labor a lo largo de veinte años, sin por ello descuidar su presencia en los más prestigiosos medios de la prensa nacional e iberoamericana y la escritura de novelas y relatos breves, y en no menor medida obras de ensayo.

Obras

Entre sus obras “El estupor del suicidio” (Ed. Latina, 1980), para su época un trabajo pionero en nuestro país sobre este problema humano. Además, fruto de sus frecuentes  viajes a Argentina, varios de sus estudios sobre el país austral siguen siendo de obligada referencia; asi como crónicas de "andar y ver"(´Cadiz´, ´Bajo Guadalquivir´...), buena parte de las cuales fueron espigándose en las páginas de Vía Libre.

Divulgador  y estudioso de la vida y la obra del italiano Cesare Pavese, biógrafo y antólogo de los historiadores de Indias, la bibliografía de Eduardo Tijeras supera la veintena de volúmenes, al margen o al lado, claro está, de su copiosa colaboración en diarios y revistas a lo largo de los noventa años de una vida ahora tan tristemente agotada.

Con independencia de lo que deje inédito, al cuidado de su hijo, el periodista Ramón Tijeras Cózar, cabe citar “Una especie de lágrima (y otros cuentos recuperados)”, aparecido en Adhara Publicaciones en 2008, que incluye el relato “El sonrojo”, que el autor dedica “a Manuel Pilares in memoriam”. De su relevancia como firmante de relatos cortos es buena prueba, aparte los premios cosechados, su entrada en la “Antología de cuentistas españoles contemporáneos” del semanario ´Blanco y Negro´, a finales de los años 70. Por paisanaje y afinidades artísticas, siempre estuvo estrechamente vinculado a los andaluces Fernando Quiñones, Caballero Bonald -recientemente fallecido-, Alfonso Grosso e incontables más.

Aleixandre

Pero en esta luctuosa hora de hacer balance de sus méritos literarios, que lógicamente le sobreviven, se ha de subrayar dentro de su quehacer en Vía Libre un interesante suceso. Y es que a la altura del nº 3 de la revista, en marzo de 1964, Tijeras entrevista al futuro Premio Nobel de Literatura (1977) Vicente Aleixandre, antiguo empleado de la Compañía del Norte e hijo del directivo de la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces Cirilio Aleixandre Ballester.

Desgrana el autor de “La destrucción o el amor” algunos recuerdos personales meramente ferroviarios y, antes de despedir al entrevistador, accede a confiarle -rescatándolo materialmente de la papelera- un poema inédito, y por razones circunstanciales autoexcluído del poemario recién aparecido entoncespor aquellas “En un vasto dominio”.

Gracias a la intervención de Eduardo Tijeras se salvó para la posteridad el poema “El Ferrocarril”, que en rigurosa primicia veía la luz en Vía Libre: “Por el camino de Bustarviejo al valle/ aún oculto a los ojos, corre una senda, súbita calzada, /calle empredrada cuidadosamente”, etcétra . Años después, un eminente especialista en el poeta de la Generación del 27, Alejandro Duque Amusco, recuperaría tales versos para su mayor difusión mediante ediciones de escritos inéditos y póstumos de Aleixandre... Con las debidas licencias de Vía Libre, naturalmente.

En verdad una labor de largo recorrido, como aquél en el que discurre su novela (¿de corte experimental?) “El sol tiene la altura del pie humano”(Legasa Literaria, 1982), a través de la cual ilustró sobre cosas tan jugosas como la semblanza del histórico director de la Compañía del Ferrocarril de Madrid a Cáceres y Portugal, Alfredo Loewy al que su sobrino, el inimitable Franz Kafka , nombraba “mi tío de España”.

Eduardo Tijeras es un literato sobresaliente en en el parnaso de aquellos ferroviarios de profesión que han dado lustre a las letras españoles desde que los caminos de hierro surcan el suelo de España. Descanse en paz pero nunca en el olvido el escritor, compañero y amigo.

Gonzalo Garcival