(10/05/2021)  

La nueva información ofrecida se basa en un trabajo de investigación de Metro de Madrid para profundizar en el contexto, en el entorno, en la ingeniería y arquitectura de cada espacio museístico deteniéndose en los detalles que los hacen singulares. Todo ello permite al visitante conocer mejor y de forma autónoma, los orígenes y singularidades de la Nave de Motores, la estación de Chamberí y el vestíbulo de Pacífico, obras del arquitecto Antonio Palacios

Museos

La Nave de Motores fue construida entre 1922 y 1924, y actualmente conserva su aspecto original. En ella están ubicados tres motores diésel y el resto de la maquinaria, como alternadores y transformadores, que sirvió para generar y transformar la energía con la que funcionaban los trenes. El edificio destaca por la claridad de su concepción, la atención al detalle y la buena ejecución

La estación de Chamberí, conocida como la “Estación Fantasma” pertenece a la primera línea del Metro de Madrid, inaugurada en 1919, con ocho estaciones. A principios de los años 60, la Compañía Metropolitana decidió aumentar la longitud de los trenes y ante la imposibilidad de alargar esta estación, la clausuró. El cierre definitivo tuvo lugar el 22 de mayo de 1966.

En su interior cuenta con un recubrimiento cerámico con juegos ornamentales. La bóveda está recubierta de azulejo blanco biselado y sus estribos estaban decorados por grandes recuadros de azulejos sevillanos que limitan el contorno de los carteles anunciadores, también de cerámica, en encintado ocre y azul. Estos carteles publicitarios son uno de los grandes atractivos de la estación, ya que se conservan prácticamente tal y como fueron creados en la década de los 20.

El antiguo vestíbulo de Pacífico, ha sido rehabilitado y conserva el aspecto que tuvo dese 1923 cuando se inauguró la estación, hasta su cierre definitivo en 1966. La decoración del espacio ha sido restaurada conservando todos y cada uno de los elementos arquitectónicos originales.