(17/02/2021)  

El "sello verde" permitirá a los futuros concesionarios negociar créditos de carbono en el mercado a partir del cálculo anual de las emisiones de gases de efecto invernadero que evitará su uso frente al modo carretera. En la linea de Ferrogrão, por ejemplo, el Ministerio calcula un ahorro de más del 50 por ciento de las emisiones.

Las tres líneas han sido seleccionadas por el Ministerio de infraestructura por tratarse de las mejores candidatas para recibir un certificado de Climate Bonds Initiative, CBI, una institución sin ánimo de lucro y con sede en Londres, que promueve acciones y proyectos sostenibles frente al cambio climático. Una evaluación externa ha concluido que los tres proyectos cumplen con los requisitos para lograr el sello de infraestructuras sostenibles.

Fondos

Los fondos recaudados por la venta de los créditos de crabono, pueden sumarse al flujo de caja de los concesionarios como ingresos complementarios e incrementar la tasa de retorno de los proyectos, marcando la diferencia para la viabilidad del negocio. La certificación ambiental generará también mayor respetabilidad y seguridad para los proyectos de infraestructuras ferroviarias brasileñas, facilitando el acceso a mercados e inversores extranjeros. 

El mercado de bonos verdes y climáticos alcanza anualmente un montante de un billón de dólares a nivel mundial, aproximadamente 825.000 millones de euros, y solo en Brasil suma 6.800 millones de dólares,  unos 5.600 millones de euros.