(07/02/2020)  

La nueva estrategia define cuatro puntos esenciales, hacer que el sistema de transporte sea más sostenible, poner a disposición de los ciudadanos y las empresas de la Unión Europea soluciones alternativas,sostenibles, respetar el principio de “quien contamina paga” en todos los modos de transporte y fomentar la conectividad y el acceso al transporte para todos.

Estas cuatro áreas de acción impulsarán la incorporación de vehículos limpios y combustibles alternativos en las carreteras, transporte marítimo y aviación, aumentarán el peso de modos más sostenibles como el ferrocarril y las vías navegables y, además, mejorarán la eficiencia del sector. La digitalización allanará el camino hacia la movilidad como servicio y la intermodalidad, estimulando el uso del transporte compartido y más eficiente. 

La Comisión se propone prestar atención al mecanismo de transición justa, un componente clave para aumentar la accesibilidad, la asequibilidad y la conectividad. Movilizará 100.000 millones de euros para abordar los efectos sociales y económicos de la transición verde, centrándose en las regiones, las industrias y los trabajadores que se enfrentarán a los mayores desafíos. 

Por otra parte, la Unión Europea fortalecerá su liderazgo global a través de la investigación y de recursos tecnológicos y económicos que incluyen desde el blockchain y seguimiento digital, hasta vehículos, trenes, aviones y barcos conectados y automatizados.