La terminal de mercancías de Adif en Can Tunis, Barcelona, fue el punto de partida del primer tren de la autopista ferroviaria que unirá con hasta seis trenes por sentido y semana Barcelona con Bettembourg, en Luxemburgo. Los nuevos servicios prolongan las autopistas ferroviarias que cruzan Francia y que, hasta ahora, concluían su ruta en Le Boulou, en la vertiente norte de los Pirineos.
El primer tren de la autopista ferroviaria formado para salir. Foto I. Sanz |
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(20/02/2019)
Renfe Mercancías y VIIA, el operador de autopistas ferroviarias del grupo SNCF, iniciaron ayer el nuevo tráfico internacional de semirremolques entre Can Tunís y Bettembourg, por el túnel de El Pertús. Esta autopista ferroviaria Barcelona-Bettembourg es la primera de España y también es la primera vez que los semirremolques P400 se cargan en trenes con origen en la Península Ibérica. La referencia P400 define un estándar de medidas de semirremolques aptos para su transporte en góndolas ferroviarias con cuatro metros de altura máxima.
Un servicio diario
En una primera fase, el servicio tendrá una frecuencia de cinco trenes semanales de ida y vuelta entre Barcelona y Bettembourg. El operador logístico será VIIA - Lorry Rail, del grupo SNCF, y Renfe Mercancías, que aportará la tracción entre Barcelona y Perpiñán con locomotoras 252, de ancho estándar UIC. A partir de allí la tracción será dada por SNCF. En una fase posterior, que se iniciará el próximo mes de abril, está previsto que se incorpore una nueva frecuencia al servicio de modo que circulen seis trenes de ida y vuelta a la semana, casi todos los días de la semana.
Cada tren tiene capacidad para transportar hasta 1.500 toneladas en composiciones mixtas, es decir, vagones porta semirremolques específicos (el 70 por ciento del tren) y vagones para contenedores. Este servicio, abierto a semirremolques P400, permite economizar alrededor de una tonelada de dióxido de carbono por semirremolque y viaje, equivalente a un ahorro de un año de 23.070 toneladas.
Gracias a esta conexión, se estima que alrededor de 22.090 camiones sean transferidos de la carretera al tren. Esta nueva línea arranca sólo tres meses después de la de Calais - Orbassano, también operada por VIIA-Lorry Rail.
Renfe Mercancías da, con este salto hasta Barcelona de las autopistas ferroviarias europeas, un paso más en la estrategia de descarbonización del transporte en la que el operador público está implicado, y en su estrategia de internacionalización.
Operativa
El concepto de autopista ferroviaria consiste en el transporte de camiones por ferrocarril. La unidad a transportar es el semirremolque, es decir sin la cabeza tractora y, por tanto, sin conductor. El semirremolque se recoge en la terminal de llegada por una nueva cabeza tractora, de modo que las largas distancias sean cubiertas por el ferrocarril y los últimos kilómetros por carretera.
En el caso español, la puesta en marcha de esta línea ha implicado al operador logístico VIIA - Lorry Rail que, en Barcelona, cuenta con el apoyo de las instalaciones de la terminal multimodal de Can Tunis, operada por el grupo Alonso, de Renfe en la tracción y el uso de la red de Adif y sus instalaciones logísticas. Hasta que se construya la prevista estación propia con el sistema de autocarga rápida de semirremolques de la tecnología Lorry, similar a las que hay en las demás terminales de estas autopistas, se usarán grúas móviles para subir las cajas a los vagones.
En Bettembourg se cuenta con la terminal operada por CFL, socio para otras líneas de las autopistas ferroviarias del grupo galo. SNCF ha confiado a VIIA la tarea de desarrollar autopistas ferroviarias en Europa. En 2018, transportaron 106.615 unidades y economizaron 80.000 toneladas de dióxido de carbono.
Otras cuatro líneas están activas y contribuyen al desarrollo del cambio modal.