La unión temporalde empresas formada por Dragados, FCC, Copisa y Tecsa ha resultado ganadora en el concurso para la ejecución del túnel entre Atocha y Chamartín que dará servicio a los trenes de alta velocidad en la capital de España mejorando la conexión norte – sur. La obra ha sido adjudicada por 206 millones de euros.
Vista aérea de la playa de vías y marquesinas de la estación de Chamartín |
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(01/10/2008) El trazado, que parte de la calle Méndez Álvaro, atraviesa la glorieta de Atocha hasta ganar la calle Alfonso XII. Centrado bajo este vial y la calle Serrano, el nuevo túnel llegará hasta la plaza de la República Argentina donde se pierden las alineaciones en el viario en sentido norte – sur. El trazado se ajusta entonces al planeamiento urbanístico vigente, en el que se prevé un nuevo vial entre la calle Francisco Suárez y la de Mateo Inurria, para posteriormente arribar a la estación de Chamartín. Replica IWC Watches
Con una longitud de 7,3 kilómetros, de los cuales 6,9 serán soterrados, la mayor parte de la infraestructura se llevará a cabo mediante tuneladora excepto en dos tramos: el tramo inicial, desde Méndez Álvaro, se realizará con el denominado método alemán y la entrada a Chamartín, mediante la perforación en mina (más información sobre métodos de construcción en túneles ferroviarios: ver noticia).
Dentro del proyecto se contemplan también actuaciones como los movimientos de tierras, tratamiento del terreno, así como la reposición de servicios y servidumbres que se vean afectados. Las salidas de emergencia, pozos de ventilación, además de un centro de instalaciones, completan las acciones de ejecutar por la adjudicataria en el contrato.
Para permitir la llegada de los trenes Ave a Chamartín será necesaria la remodelación de la playa de vías en la cabecera sur de la terminal, actuación incluida en el proyecto.
El nuevo túnel, que se ejecutará en doble vía y ancho UIC, se caracteriza básicamente por:
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Con la nueva infraestructura se mejora la interoperabilidad ferroviaria en la ciudad y por extensión en la conexión norte – sur de la red de alta velocidad española. Una vez en servicio, permitirá que el servicio Ave entre el norte y el sur de España pueda ser pasante y no sea necesario finalizar su recorrido en Chamartín, en el primer caso, y en Atocha, en el segundo.