(23/01/2017) En el verano de 2015, Reino Unido y Francia mantuvieron una reunión en Coquelles para hacer frente a las mafias implicadas en la crisis migratoria de Calais fruto de la cual surgió la decisión de acometer la inversión necesaria para construir un nuevo centro de control dotado de la tecnología más avanzada.

Ese centro de seguridad es un edificio de 547 metros cuadrados, equipado con la última tecnología y con capacidad para acoger a las diferentes fuerzas policiales presentes en la terminal francesa de Coquelles junto con el personal de Eurotúnel y personal perteneciente a los dos paises firmantes del acuerdo, Francia y Reino Unido.

La nueva sala de control dispone de una pantalla de veinte metros cuadrados que, colocada en una sala  de 171 metros cuadrados, ofrece puestos a cinco operadores de vídeo, el supervisor y el coordinador, que se controlan 650 hectáreas de superificie y un perímetro de seguridad de treinta kilómetros. Las cercas que bordean el perímetro están provistas de 570 cámaras estáticas y móviles equipadas con visión nocturna y diurna.

El edificio cuenta con dos paredes con jardín vertical y un tragaluz que ayudan a disminuir el consumo de electricidad. Además, el calor generado por los distintos equipos se recupera y utiliza como calefacción y en el sistema de recirculación de aire.