El pasado 1 de junio, se formalizó la fusión de los dos fabricantes de material rodante chinos, CNR y CSR, que ya forman CRRC Corporación Limitada, la empresa fabricante de trenes más grande del mundo. En menos de diez años, estas empresas han pasado de mantener locomotoras de vapor a diseñar y crear sus propios trenes de alta velocidad.
(10/06/2015) El consejo de administración de CRRC celebró su primera reunión el pasado 1 de junio, presidida por Cui Dianguo, ex presidente de CNR, mientras que Xi Guohua, el máximo responsable de CNR, se ha convertido en presidente de CRRC. El anterior presidente de CSR, Zheng Changhong, y su actual presidente, Liu Hualong, pasarán a ser vicepresidentes de CRRC.
CRRC consiguió su licencia comercial el pasado 1 de junio, y heredó todos los negocios y activos de CNR y de CSR, que dejan de existir como entidades legales. CRRC es una empresa con cotización, aunque sus acciones aún no han salido a bolsa.
El valor total de los activos de CNR y CSR en 2014 era de unos 42.926 millones de euros. Las dos empresas tenían unos ingresos conjuntos de algo más de 32.000 millones de euros. CNR registró un beneficio neto de 642 millones de euros en 2014, frente al beneficio neto de CSR, de 760 millones de euros. CRRC tiene su sede en Pekín, y posee 175.000 empleados.
Por delante de General Electric
Para hacerse una idea del tamaño de esta nueva empresa, hay que señalar que se ha convertido en el primer grupo industrial del mundo, por delante de General Electric, y en la líder indiscutible de un mercado, el del material rodante ferroviario, que ya dominaban sus dos antecesoras: CNR y CSR.
Para encontrar a un competidor que pueda hacer frente a la expansión china, habría que mirar a Bombardier y Alstom, con una facturación de 4.200 y 3.300 millones de euros, respectivamente, en 2014.