(27/03/2015) Thales, la única empresa que ha presentado una oferta, se encuentra ahora en la última fase de negociación del contrato para volver a señalizar las cuatro líneas, que transportan 1,3 millones de viajeros diarios. TFL afirma que se trata de uno de los más complejos proyectos de señalización del mundo, con empalmes más complejos que la mayoría de los otros metros.

El acuerdo con Thales sustituiría un contrato con Bombardier, que TFL adjudicó en junio de 2011, pero canceló en diciembre de 2013. La complejidad del metro hizo que el programa de modernización de la señalización de Bombardier no progresara y tampoco había garantías de que funcionara.

El contrato con Bombardier había a su vez reemplazado a un contrato previo adjudicado por Metronet a Invensys, en virtud de una alianza público-privada del metro de Londres.

Alargamiento de andenes

El presupuesto global para la modernización de las cuatro líneas es de unos 7.521 millones de euros, un incremento del 30 por ciento en relación con el presupuesto original, de alrededor de 5.786 millones de euros. Esto incluye la entrega, en curso, de 191 unidades S-Stock de Bombardier, además del alargamiento de andenes y la mejora de vías y depósitos.

TFL afirma que el nuevo presupuesto refleja un precio más realista para el contrato de señalización y las tareas de modernización necesarias. 

TFL tiene la firme convicción de que, aunque el nuevo contrato con Thales sería más caro que el acuerdo con Bombardier, por un montante de algo más de 480 millones de euros, el precio final estará en línea o por debajo del coste por kilómetro de la reciente modernización de la señalización en línea Northern. Y también sería mucho más bajo que la modernización de las líneas Jubilee y Victoria.

Aumento de servicios

La conclusión de la mejora de las líneas se ha aplazado en relación con el objetivo original del 31 de diciembre de 2018. Se prevé que los trabajos de señalización puedan retomarse a finales de año. Las primeras fases de la línea Circle se completarían a partir de 2021 y las cuatro líneas, en 2022. Esto haría posible aumentar de forma progresiva los servicios en los tramos centrales.

El metro de Londres procedería entonces a adquirir nuevos trenes y sistemas de control para las líneas subterráneas profundas de Piccadilly, Central, Bakerloo y Waterloo & City.