(12/12/2014)  

El libro se divide en tres amplios capítulos, en el primero de los cuales se repasan todos los antecedentes del fracaso del modelo de concesiones sobre el que se basó el desarrollo del ferrocarril en España. Este sistema empezó a mostrar claros síntomas de decadencia a raíz de la inestabilidad económica y social provocada en España por la Primera Guerra Mundial, que no harían más que precipitarse tras la grave crisis económica de los años treinta y la Guerra Civil, hasta desembocar en una situación irreversible.

El segundo capítulo se centra en el papel del ferrocarril durante la Guerra Civil, los acontecimientos del conflicto en los que estuvo implicado y los diferentes modelos de gestión en uno y otro bando.

En el tercer capítulo se examinan las circunstancias del ferrocarril en la posguerra, hasta la nacionalización del mismo en 1941. En este último apartado se recopilan las novedades en la tracción vapor de la guerra y la más inmediata posguerra, con las adquisiciones de las últimas locomotoras del tipo 400 de Norte, las 1.300 nuevas y 1.800 de MZA y el desarrollo de la poderosa Santa Fe, si bien este periodo estuvo marcado por la urgente reconstrucción de locomotoras, dañadas por el uso intensivo y la falta de mantenimiento durante la contienda.

Locomotora de la serie 4000 de Norte con carteles ensalzando a Franco y sus aliados. Foto G. Sandri.

Viaducto de Ormaiztegui con tramos cortados por los gudaris vascos en septiembre del 36. Foto Colección Sanz.

Pruebas del nuevo puente de hormigón del Jerte, construido en 1937 en tan solo 64 días. Foto FFE.

Locomotora 4648 que sirvió de prototipo a la subserie 241.4067 a 4090 construidas para Renfe entre 1946 y 1948. Foto Colección Sanz.

Locomotora carenada 1801 de MZA, modelo que se puso de moda en los años 30 del siglo XX. Foto Colección Sanz.

Tren especial de prueba de la Santa Fe 5001 realizada en 1942 entre Barcelona y Vilanova i la Geltrú. Foto Colección Sanz.