(31/10/2014) Terminadas las elecciones para la presidencia del país con la victoria de Dilma Rousseff, los estudios técnicos y económicos del proyecto, silenciado durante el año electoral, ha continuado y La Empresa de Planejamento e Logística (EPL), concluirá en breve su trabajo previo al lanzamiento de los pliegos de contratación.

El Estado de São Paulo prevé que a principios de 2015 se puedan lanzar las licitaciones de los nuevos estudios técnicos que incluyan loa análisis de demanda, costes operacionales, inversión detallada y geología, entre otros.

La contratación de estos nuevos estudios viene impuesta por el Tribunal de Cuentas Federal (TCU) que el pasado agosto, emitió un dictamen por el cual instaba a realizarlos porque el estudio de viabilidad técnica y económica manejado hasta entonces por la Agencia Nacional de Transportes Terrestres (ANTT) para licitar el proyecto estaba desactualizado.

Proyecto político

La primera línea de alta velocidad brasileña es un proyecto en el que está muy implicada la reelegida presidenta defendido, que en su primer mandato impulsó varias tentativas licitación que no llegaron a término por la situación económica y el clima social.

El proyecto no fue tema estrella de la campaña electoral pero sí de la discusión interna del partido de Dilma Rousseff. La presidenta, afirmó en un encuentro con electores, que no había abandonado la idea de la alta velocidad que la consideraba necesaria para el corredor Rio a São Paulo que ofrece demanda suficiente, y que sólo la necesidad de atraer más concurrentes al proyecto y la crisis del euro entre 2011 y 2013 obligó a esperar una mejor ocasión.

Objetivo 2016

Sin embargo, la situación económica y las previsiones para 2015, no dan todavía señales de que se puedan afrontar los gastos mil millonarios que exige el proyecto y las posibilidades que se lance el próximo años son escasas.

Sin embargo la contratación de los nuevos estudios apunta a que, superado un nuevo análisis del TCU, y con el impulso político de la presidenta, la licitación efectiva de la obra podría concretarse a mediados de 2016.

El trazado de 511 kilómetros de la línea enlazará Rio de Janeiro con São Paulo Campinas, y contará con siete estaciones. La cifra de coste global calculada por el Gobierno brasileño era de 34.000 millones de reales, unos 10.800 millones de euros, si bien los consorcios que se interesaron por el proyecto calcularon un coste mínimo de 50.000 millones reales, unos 15.900 millones de euros.