El primer compareciente, el subsecretario de Fomento, Mario Garcés, presentó ayer ante la Comisión de Fomento del Congreso los presupuestos del Grupo Fomento para 2015, que ascienden a 17.496 millones de euros, de los que un 53 por ciento, 5.199 millones, se destinan al ferrocarril (Ver noticia).
(03/10/2014) La inversión en alta velocidad será de 3.561 millones de euros que se destinarán, fundamentalmente, a los corredores Noroeste, Mediterráneo y Norte de Alta Velocidad, mientras que en la red convencional, la inversión prevista de 183 millones de euros irá dirigida a la reposición de activos y al impulso al transporte de mercancías con actuaciones en los accesos a puertos e instalaciones de mercancías y plataformas logísticas.
A Cercanías se destinarán 153 millones de euros focalizados básicamente en los núcleos de Cataluña, Madrid, País Vasco, Valencia-Alicante, Cádiz, Málaga, Sevilla y Asturias. Asimismo, se dedicará también una partida a la financiación de las Obligaciones de Servicio Público (OSP) y otra a la compensación por los servicios ferroviarios de cercanías y media distancia.
En seguridad, en 2015, las inversiones se concentrarán en instalaciones de seguridad en las nuevas líneas y a la seguridad en la circulación, supresión de pasos nivel y otras mejoras en la seguridad y la funcionalidad de líneas en explotación.
Adif
Por su parte, el presidente de Adif, Gonzalo Ferre, afirmó en su comparecencia que las inversiones del administrador se incrementarán un 25,5 por ciento en 2015, hasta alcanzar los 3.626 millones de euros para concluir unos mil kilómetros de líneas de alta velocidad.
De esas inversiones, 285 millones procederán de fondos europeos, de devoluciones del IVA 591 millones y de endeudamiento adicional 2.624 millones, sin que se haya previsto para 2015 ningún incremento en los cánones. En la red convencional se ejecutarán inversiones por valor de 373 millones de euros.
Esos 4.000 millones de euros permitirán finalizar gran parte de las obras en curso a lo largo de 2015, con lo que la red española de alta velocidad se extenderá a ciudades como Zamora, Orense, Burgos, Palencia, León y Murcia y se finalizará el Eje Atlántico.
Con todo ello se reducirán significativamente los tiempos de viaje en veinticinco conexiones entre los principales núcleos urbanos, de modo que el ferrocarril será más competitivo respecto a la carretera.
Así, el trayecto Madrid y Santiago se recorrerá en algo menos de cinco horas, el Madrid-Zamora, en una hora y veinticinco minutos, el Madrid-León en una hora y 45 minutos, en 44 minutos el Santiago-Vigo, en poco más de media hora el Santiago-Pontevedra, el Madrid-Oviedo en tres horas y cuarto y el Madrid-Burgos en una hora y 45 minutos.
Ferre avanzó que en 2014 se podrán alcanzar los veintiocho millones de viajeros de alta velocidad, si se mantiene la tendencia actual que ha llevado la cifra de viajeros a los 14,2 millones en los seis primeros meses del año con un incremento del 14 por ciento, por encima de los ocho puntos porcentuales de crecimiento registrados en la circulación de trenes AVE.
Asimismo, señaló que los viajeros de alta velocidad en 2014 han superado, por primera vez a los de la red convencional de media y larga distancia. Ferre también se refirió al incremento del 7 por ciento, en lo transcurrido de 2014, en el tráfico de mercancías y del 20 por ciento en el tráfico internacional mercante con origen en España.
Renfe
Por último, el presidente de Renfe, Julio Gómez Pomar, en la que podría haber sido su última comparecencia como primer responsable de la operadora antes de su nombramiento como secretario de Estado del Ministerio de Fomento, señaló que la compañía cerrará 2015 con 190 millones de pérdidas, 35 millones menos que lo previsto para el año en curso.
Desglosados en las cuatro sociedades del grupo, Renfe Viajeros prevé ingresar 2.730 millones, con un incremento del 4,2 por ciento, con 2.007 millones provenientes de la venta de billetes y 638 por las compensaciones de servicios obligatorios. Los gastos se incrementarán un 3,7 por ciento hasta 2.522 millones, para arrojar 123 millones de pérdidas, un 13,3 por ciento menos de lo previsto para 2014.
Renfe Mercancías ingresará 255 millones de euros lo que permitirá reducir las pérdidas un 21,5 por ciento hasta los quince millones de euros, y Renfe Fabricación y Mantenimiento ingresará 388 millones y sus pérdidas serán de catorce millones. Las previsiones para Renfe Alquiler de Material Ferroviario todavía no son firmes al depender en gran medida de la entrada de un nuevo operador privado en el corredor de alta velocidad de Levante.
Las previsiones de demanda, prudentes según Gómez-Pomar, apuntan a que la del transporte de mercancías se incremente un 2,4 por ciento y la del de pasajeros un 4,8 por ciento global, a partir del 1,3 por ciento en los tráficos sujetos a obligación de servicio pública y del 5 por ciento de incremento de los servicios comerciales.
Los gastos de explotación alcanzarán los 2.022 millones de euros, de los que 641 corresponderán al pago de cánones a Adif, y 515 de ellos servicios de larga distancia de alta velocidad.
El suministro de energía supondrá 304 millones, el mantenimiento, la reparación y la limpieza del material rodante 376 millones, y los gastos de personal, tras el ERE de este año, se reducirán un 4,2 por ciento hasta los 843 millones de euros.
El capítulo de inversiones absorberá 429,5 millones de euros para la adquisición de nuevo material rodante, 72,5 millones para actuaciones en estaciones de Cercanías y 24,7 millones para seguridad en la circulación. Estos presupuestos permitirán que la deuda de Renfe Operadora se sitúe al final del ejercicio en los 4.796 millones de euros.