Tras este decurso histórico, el autor navega por ámbitos más puramente de su disciplina académica y práxis profesional, analizando cómo son los puentes, cómo funcionan, cómo se proyectan, y cómo han ido evolucionando estas cuestiones a lo largo de la historia, no ceñido sólo al hecho ferroviario, sino que se remonta a los pontoneros por excelencia, los romanos. Obviamente, termina esta parte con la aplicación de todo esto al puente ferroviario. Continúa por los ámbitos normativos, cómo se desarrollan las colecciones de puentes y las peculiaridades del caso ferroviario. 

 

La última parte desarrolla las diversas tipologías, la sillería, el ladrillo, el hormigón, y presenta una colección de ejemplos. No pretende ser esta obra un inventario de puentes. Es un acercamiento a estos temas que se acompaña con una completísima colección de fotos, en grandes formatos. Y es que este libro, editado por Adif, se presenta en una cuidada edición, de gran formato, papel del gran calidad y cómoda lectura.  Son casi trescientas páginas, con anexos no solo de biografía, sino también de referencias sobre patrimonio industrial, listados de obras singulares y cronologías ferroviarias.