(04/03/2014) Diseñada para una velocidad de 300 km/h, el trazado elegido discurriría a lo largo de 212,18 kilómetros entre la estación de Buenavista de Ciudad de México, que se renovaría, pasando por Huehuetoca y San Juan del Río. En el futuro, la línea se extendería hasta Guadalajara.

Se utilizaría una estación término provisional en Querétaro, al este de la Avenida Bernardo Quintana, que se sustituiría a largo plazo por un emplazamiento más céntrico en el distrito de Parque Alcanfores.

Con un tiempo de viaje entre extremo y extremo de la línea de una hora y dos minutos, se calcula que el tráfico inicial en la línea de alta velocidad entre Ciudad de México y Querétaro sería de 11.200 pasajeros diarios en ambas direcciones, según la declaración de impacto ambiental.

Impulso al ferrocarril

En su discurso como nuevo presidente de México, en diciembre de 2012, Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), afirmó que se proponía restablecer la red nacional de viajeros en México, diez años después de que su propio partido interrumpiera su desarrollo, y, pese a que el ferrocarril había sido una parte integral de la historia del país hasta esa fecha.

El multimillonario mexicano Carlos Slim ha expresado su interés en invertir en la alta velocidad ferroviaria, que está previsto se implante entre Ciudad de México y Toluca; Yucatán y Riviera Maya (el denominado Tren Peninsular); y Puebla-Tlaxcala-Ciudad de México.