(09/11/1996) La aventura del Limón Exprés comenzó con cinco coches viajeros de balconcillos procedentes del ferrocarril Carcagente-Denia que estaban apartados esperando el desguace. Se repintaron amarillo limón, según el promotor para hacer juego con las muchas millas de limoneros entre Benidorm y la sierra de Bemia, se les colocaron grandes letreros con la leyenda "Limón Exprés" a ambos lados y se les designaron con nombres femeninos para facilitar el acomodo a los turistas.
El Limón Exprés hizo su viaje inaugural el 1 de junio de 1971. Remolcado por el tractor Batignolles 1208 el tren salió de Alicante a las 9,50 y llegó a Denia a 13,32. En el viaje de regreso la composición se quedó en Benidorm para comenzar los servicios turísticos.
Pronto quedó como definitivo el trayecto entre Benidorm y Gata de Gordos, que recorre la parte más intrincada y bella, tanto de costa como de interior, del trazado ferroviario. En total 40 kilómetros de los 93 que hay entre Alicante y Denia.
Mediante una eficaz publicidad en rotativos ingleses como el Daily Mirror y el Sunday Mirror, donde lo definían como el "tren del amor", el éxito fue rápido y en pocos años el Limón Exprés era muy famoso en el extranjero, aunque desconocido en España, incluso en la mayor parte de la Comunidad Valenciana.
En la excursión matinal con salida de Benidorm a las 9,40 horas, ayudados por los guías a través de la megafonía los turistas siguen disfrutando de las amplias panorámicas de la Bahía de Altea, de los acantilados de Mascarat, de la Sierra de Bernía, de Calpe y su Peñón de Ifach, de los parajes del Ferrandet y del Quisi, de los viñedos que producen el exquisito, pero poco difundido moscatel de Teulada, y del desfiladero de la Garganta. Tras hora y media de viaje que pasa sin notarlo en Gata de Gorgos visitan una fábrica de guitarras y les queda una hora para deambular por la cuidada y blanca villa.

Pintura

Independiente de las paralizaciones del servicio ferroviario por averías causadas por la climatología, el tren turístico no circuló entre marzo y junio de 1981 por cambio de concesionario y entre septiembre de 1987, ocho meses después de pasar de FEVE a FGV, y marzo de 1988, para la restauración y adaptación para freno continuo de su maltrecho material móvil en los desaparecidos talleres Miró Reig de Alcoy. Nuevas cajas metálicas en sustitución de las de madera pero manteniendo tanto los balconcillos externos como la línea general en los antiguos coches de Cartagena-Denia y adoptándola para los vagones que procedían del desaparecido ferrocarril Manresa-Olván.
Fue creado un llamativo logotipo, pero en la búsqueda de un protagonismo renovador les cambiaron su color identificativo por el verde y crema para los diez coches de viajeros y el marrón y crema para los dos coches bar, y suprimieron el nombre femenino que destacaba en ambos lados de cada coche.