(16/05/2013)  

Las “Amtrak Cities Sprinter”, serie ACS-64, son el núcleo central del plan global modernización de la flota de los corredores Noreste (NEC) y Keystone que Amtrak ha diseñado para su implementación en los próximos catorce años.

El pedido de estas locomotoras, por importe de 466 millones de dólares, unos 338 millones de euros, fue el primero que obtuvo Siemens en el mercado estadounidense. Las últimas locomotoras de la serie se entregarán a finales de 2015.

Las primeras tres primeras unidades comenzarán de inmediato sus pruebas en vía, para entrar en servicio en otoño. Durante este verano dos unidades se someterán a un exhaustivo programa de tests en las instalaciones del Departamento de Transporte de los Estados Unidos, en Pueblo, Colorado, y la tercera en el Corredor Noreste.

Las nuevas locomotoras reemplazarán a unidades eléctricas que han estado en funcionamiento entre veinte y treinta años y mejorarán sustancialmente su eficiencia y sus prestaciones. 

Características

Las “Amtrak Cities Sprinter” son locomotoras eléctricas basadas en las plataformas Eurosprinter (Ver noticia ) y Vectron de Siemens. Están equipadas para operar con tensiones de alimentación de veinticinco, doce y 12,5 kilovoltios y desarrollan una potencia de 6,4 megavatios.

Son capaces de alcanzar los 200 km/h (125 millas por hora) arrastrando composiciones de hasta dieciocho coches. Con ellas Amtrak incrementará la capacidad de sus trenes y podrá reducir el intervalo entre servicios. Con el máximo de redundancia de equipos a bordo, las ACS-64 tienen freno regenerativo y un diseño que facilita el mantenimiento.

Las unidades operarán en el NEC que enlaza Washington, Nueva York y Boston y es uno de los corredores de viajeros de mayor longitud de los operados en los Estados Unidos a velocidades máximas de 200 km/h, y en el corredor Keystone de Filadelfia a Harrisburg, en Pennsylvania, a 180 km/h.

Fabricación

La construcción de las unidades en la Costa Oeste de los Estados Unidos, con proveedores de muchos estados, para ser explotadas en la Costa Este, ha supuesto un impulso de modernización para la industria ferroviaria estadounidense.

Las locomotoras se han ensamblado en la factoría de Siemens en Sacramento, California, con componentes y equipos procedentes de varias plantas como las  de Norwood, Ohio, Alpharetta, Georgia, y Richland, Mississippi. En total en la fabricación de las locmotoras han participado cerca de setenta suministradores de más de sesenta ciudades, en veintitrés estados.