El ministro de Transportes e Infraestructuras de Moldovia, Anatol Salaru, confía en conseguir una ayuda financiera de 50-60 millones de euros del Banco Europeo de Reconstruccción y Desarrollo (EBRD) y del Banco Europeo de Inversiones (EIB) para la modernización de la red ferroviaria del país.
Tren en la línea Chisinau-Comrat. |
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(20/02/2013) La modernización del material rodante es la prioridad para los Ferrocarriles Moldavos (CFM), pues la antigüedad media del material rodante es de treinta años, lo que según el ministro “se está convirtiendo en un gran problema para la seguridad de los viajeros y las mercancías”.
Sin embargo, CFM no puede invertir en las mejoras debido a las deudas y a la falta continuada de beneficios. En los primeros nueve meses de 2012, CFM registró la cifra récord de 10,2 millones de euros de pérdidas, frente al mismo período de 2011, cuando la empresa perdió 4,6 millones de euros.
Ante esta situación, se estima que el préstamo del EBRD es necesario para evitar la quiebra de la compañía.
Rehabilitación de automotores
Se espera que CFM anuncie el despido de cinco mil empleados a principios de año para hacer frente a sus dificultades financieras. La compañía ferroviaria ha informado asimismo de las deudas que ha contraído con empresas extranjeras, algunas ucranianas y rusas, tras aceptar préstamos con aval sobre su patrimonio, por valor de algo más de 14 millones de euros. La rehabilitación de de cinco automotores diesel de cuatro coches, que hizo posible la introducción de un servicio rápido entre la capital, Chisiniau, y Ocnita, en julio de 2012, no ha hecho más que añadir otros nueve millones de euros a la deuda de la compañía.
Aunque la consecución de estos fondos puede evitar los despidos, EBRD y EIB concederán probablemente el préstamo con la condición de que se destine exclusivamente a la modernización del ferrocarril.
Red de los ferrocarriles moldavos. Edición Vía Libre |