(24/06/2025)  

Con la puesta en servicio de los cincuenta trenes, que han supuesto una inversión de 319 millones de euros, Metro de Barcelona ha renovado un tercio de la flota y ha sustituido todas las unidades que contenían algún elemento de amianto. Además, estos trenes suponen una mejora en el sistema de información al usuario, en la accesibilidad y en la sostenibilidad, así como en el consumo energético, que se reduce en un 15 por ciento.

El tren que entró en circulación en la línea 3 el pasado viernes es el último de los veintiséis de la serie 7000 que se encargaron en el año 2019 y que, junto con los veinticuatro de la serie 8000 que se han destinado a la línea 1, representaron la compra de material móvil más importante de la historia de TMB, mediante los distintos Contratos Programas firmados entre TMB y la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM).

Trenes más sostenibles y accesibles

La puesta en servicio de estos nuevos trenes ha permitido renovar y modernizar el material móvil de las líneas 1 y 3 . Los trenes de la serie 7000, diseñados con los estándares más elevados de digitalización, sostenibilidad y accesibilidad , han sustituido a los de las series 2000 y 3000 que han dado servicio a la línea 3. Los de la serie 8000 han reemplazado las unidades de la serie 4000 que circulaban en la línea  1.

Los convoyes tienen una estructura ligera, consumen un 15 por ciento menos de energía y destacan por su fiabilidad técnica y facilidad de mantenimiento. Las unidades, formadas por cinco coches interconectados, están equipadas con telemando y sensores para la gestión del mantenimiento del material móvil.

Como mejoras respecto a los trenes anteriores, los nuevos incorporan una pantalla digital en el interior que ofrece más información a los usuarios en tiempo real. Los usuarios también perciben menos ruido, una mejora de la iluminación, que es 100 por cien Led, y puertos USB para cargar los dispositivos móviles.

Las nuevas unidades incluyen también mejoras de las condiciones de accesibilidad  que van más allá de la normativa vigente e incorporan también las directrices de los países del entorno. Las nuevas unidades cuentan con cuatro espacios reservados para usuarios en silla de ruedas y las barras de sujeción están diseñadas para facilitarles la maniobra de acceso y posicionamiento. Además, los interfonos y los mecanismos de emergencia están situados a una altura adecuada para personas que utilizan silla de ruedas .

Los trenes cuentan con puertas accesibles que se abren automáticamente y están señalizadas con una acústica diferenciada para que las personas con discapacidad visual puedan localizarlas. También incorporan un bucle de inducción magnética en dos de los coches que mejora la audición de mensajes para personas que llevan audífonos o implantes cocleares. Asimismo, se han diseñado unos asientos reservados con elevado contraste visual y pictogramas para una mejor localización por parte de personas con discapacidad visual o cognitiva.

Los conductores también disponen de un asiento más cómodo y ergonómico en los nuevos trenes .

Para definir las características de accesibilidad de los espacios interiores y del resto de elementos se han tenido en cuenta los criterios marcados por TMB y se ha contado también con la supervisión de un número importante de representantes y técnicos de organizaciones de personas con discapacidad y movilidad reducida, aportaciones que han servido a las empresas constructoras para desarrollar el diseño de los trenes.

La compra de los nuevos trenes se adelantó para retirar de la circulación los convoyes que aún tenían algún elemento de amianto, si bien la presencia de este material no estaba a la vista ni representaba peligro alguno para los usuarios. En concreto, a finales de octubre se retiró el último tren de la serie 4000 que quedaba en circulación en la línea 1 del metro de Barcelona, el último con algún elemento que contenía amianto que todavía estaba en servicio en la red.