Renfe ha limpiado 90.000 metros cuadrados de grafitis en sus trenes de toda España durante 2023 y 2024, lo que representa un coste económico anual de alrededor de 25 millones de euros, incluyendo gastos directos e indirectos.
(13/03/2025)
Este importe incluye productos de limpieza, personal, equipos de protección, costes energéticos, gestión de residuos y medidas de seguridad para prevenir que estos actos vandálicos se reproduzcan.
Durante los dos últimos años se aprecia un aumento en la superficie de grafitis. En la Comunidad de Madrid, una de las más afectadas, en 2023 se limpiaron 19.373 metros cuadrados de grafitis, mientras que en 2024 fueron 22.926 metros cuadrados. Sólo en Cercanías Madrid se han eliminado 19.323 metros cuadrados de más de mil unidades en 2024.
Este incremento refleja tanto una mayor incidencia de actos vandálicos como una intensificación de las labores de mantenimiento y limpieza para mantener la flota en óptimas condiciones.
Además del esfuerzo económico, es relevante el capital humano empleado. Según el estándar de horas establecido para las labores de limpieza, se requieren más de 10.000 horas netas al mes.
La limpieza de grafitis afecta a la operatividad de los trenes: muchas unidades deben ser inmovilizadas durante días para su limpieza, lo que afecta a la disponibilidad de las mismas para el servicio. Además, estos actos vandálicos pueden causar retrasos o cancelaciones del servicio.
Impacto medioambiental y medidas de seguridad
En términos de impacto medioambiental, Renfe estima que anualmente se utilizan 16.000 litros de pintura por parte de los grafiteros, compuesta por sustancias tóxicas como benceno y 1,3-butadieno, generando 40.000 botes de pintura como residuo peligroso.
Para minimizar el impacto ambiental, la operadora ha desarrollado protocolos específicos de limpieza que impiden que los residuos lleguen al suelo. Para ello, se emplean mantas absorbentes y un sistema de gestión medioambiental especializado.
Por último, el traslado de los trenes hasta los centros de limpieza conlleva un elevado consumo energético. Se calcula que el consumo eléctrico derivado de estos desplazamientos alcanza los 400.000 Kwh, lo que equivale al abastecimiento energético de más de 44.000 hogares en un día.