(27/11/2023)  

Junto al empleo de energía renovable en el resto del itinerario, se han transportado más de 4.700 contenedores y se ha evitado la emisión de cerca de quinientas toneladas de dióxido de carbono. El biocombustible de segunda generación que ha sustituido al diésel convencional utilizado en las locomotoras de Renfe, se ha producido a partir de aceites usados de cocina en el Parque Energético La Rábida de Cepsa, en Huelva.

Se trata de una opción renovable que es apta para los motores sin necesidad de realizar modificaciones en ellos. Durante todo su ciclo de vida, desde la producción hasta su uso, reduce hasta en un 90 por ciento las emisiones de dióxido de carbono, en comparación con los tradicionales. Además, para la producción de estos biocombustibles se utilizan residuos que, de otro modo, terminarían en vertederos. Con este ensayo con biocombustible se exploran las alternativas sostenibles para el transporte ferroviario por líneas sin electrificar.

En el proyecto piloto se ha registrado un rendimiento óptimo de los motores. Por esta razón, los tres impulsores de la iniciativa, Cepsa, Maersk y Renfe analizan la posibilidad de seguir cubriendo la ruta con diésel renovable e incluso ampliarlo a otros trayectos no electrificados.

Colaboración en el transporte pesado

Cepsa, con su estrategia ‘Positive Motion’, aspira a convertirse en un referente de la transición energética y encabezar en 2030 en España y Portugal la fabricación de combustibles renovables, con una capacidad de producción anual de 2,5 millones de toneladas.

Por su parte, Maersk alcanzará las cero emisiones netas en 2040 en todas sus áreas de negocios, transporte marítimo, interior y aéreo, y en actividades terrestres como almacenamiento, terminales y otros servicios. Para lograrlo, ha definido sus objetivos a corto plazo para el año 2030. Estas metas incluyen una reducción del 20  por ciento de las emisiones de GEI, en comparación con el año de referencia 2020, de sus actividades logísticas terrestres, como el ferrocarril y el camión.

En cuanto a Renfe Mercancías, durante 2022 casi el 80 por ciento del tráfico que realizó se hizo con locomotoras eléctricas “Cero CO2” impulsadas mediante energía renovable, proporción que va en aumento de forma progresiva por  la adquisición de nuevo material motor de tracción eléctrica más moderno, seguro y eficiente. En 2023, ha puesto en servicio doce nuevas locomotoras eléctricas de gran potencia para operar en ancho ibérico. Además, ha adjudicado el contrato de suministro de otras doce locomotoras eléctricas de ancho internacional por valor de 136,7 millones de euros con opción de suministro adicional de seis más para las circulaciones de mercancías en el Corredor Mediterráneo y para operar en Francia.