(22/11/2024)  

Dicha declaración fue realizada por Keir Fitch, un funcionario de política ferroviaria del ejecutivo de la Unión Europea durante la ceremonia de apertura de la Conferencia ‘Futuros sistemas de comunicaciones móviles ferroviarias’ (FRMCS, son su siglas en inglés), organizada por la Unión Internacional de Ferrocarriles en París.En su discurso ante los delegados asistentes al congreso, lanzó una dura advertencia a la industria, en el sentido de que no debería depender de la financiación de Bruselas para futuros proyectos ferroviarios.

“Hemos contribuido a pagar una gran cantidad de proyectos GSM-R y ETCS, pero nuestro apoyo financiero en el futuro no está claro”, dijo Fitch en la conferencia, refiriéndose a la tecnología de comunicación y señalización digital que es clave para ejecutar el ERTMS. “El próximo presupuesto de la Unión Europea finalizará en 2028. Ayudaremos en lo que podamos, pero no dependan de nosotros”, aseguró.

Como jefe de la Unidad de Seguridad e Interoperabilidad Ferroviaria de la Dirección General de Movilidad y Transportes (DG MOVE) de la Comisión, Fitch está supervisando actualmente el establecimiento de la iniciativa de la Unión Europea para un Área Ferroviaria Europea Única y está al tanto de cómo se distribuirán probablemente las finanzas europeas en el futuro. Añadió que, si bien puede haber incertidumbres sobre la financiación, Bruselas “seguiría estando allí para proporcionar apoyo técnico”.

Por otro lado, podría darse un cambio en la forma en que se asignan los fondos. En lugar de dar dinero a proyectos ferroviarios específicos, como es el caso actualmente a través del Mecanismo Conectar Europa de la Unión Europea, los futuros fondos podrían asignarse a los estados miembros con pautas sobre cómo deben gastarse. 

A partir de ahora, la Unión Europea se centrará en el futuro en proyectos transfronterizos y tecnología basada en el transporte de mercancías, como el Acoplador Automático Digital, pero, estos fondos, podrían agotarse si se ha de desviar dinero para el gasto en defensa, por ejemplo. 

La Unión Europea ya ha asignado varios miles de millones de euros a los estados miembros para proyectos ERTMS, pero a pesar de estas inversiones sustanciales, los gobiernos y los administradores ferroviarios han seguido expresando su preocupación por el nivel de financiación en relación con los costes de ejecución del ERTMS.

Ya en 2017, un informe del Tribunal de Cuentas Europeo señaló que el apoyo financiero solo podría cubrir una parte limitada de los costos generales de ejecución, dejando inversiones importantes a cargo de los administradores de infraestructuras nacionales. 

De hecho, la Comisión pretendía que, aproximadamente, el 50 por ciento de los corredores de la red básica europea estuvieran equipados con ERTMS para 2023, y su despliegue completo en toda la red básica para 2030. Esa cifra actualmente se sitúa en torno al 15 por ciento para ETCS, y alrededor del 61 por ciento para GSM-R.