(22/07/2024)  

La línea que conectará la capital de Estonia, Tallin, en el norte, pasando por Letonia y Lituania con la frontera con Polonia, entrará en servicio en 2030. En 2017, se realizó un análisis de costes 2017, en el que se previeron 5.800 millones de euros con el potencial de proporcionar 16.800 millones de euros de beneficios socioeconómicos a la región.

La nueva proyección de 15 000 significa que Rail Baltica costará ahora 26 millones de euros por kilómetro, lo que la sitúa entre los proyectos ferroviarios de alta velocidad más baratos en Europa, que oscilan entre 23 y 30 millones de euros por kilómetro, muy lejos del High Speed 2 del Reino Unido que podría superar los 237 millones de euros por kilómetro. 

Ahora también se espera que proporcione 6.600 millones de euros de beneficios directos y hasta 23.500 millones en beneficios indirectos. Un aumento de 13.544 millones de euros con respecto a las cifras de 2017. Los mayores beneficios económicos incluyen la movilidad militar, la sostenibilidad ambiental, la igualdad social, las sinergias de los corredores y los impactos en la cadena de suministro.

El principal factor que contribuye al aumento de las cifras es una tasa de inflación del 40 por ciento en los Estados bálticos. Se prevé que el transporte de pasajeros genere el 80 por ciento de los beneficios de Rail Baltica, el 14 por ciento provendrá de beneficios medioambientales y el 5 por ciento del transporte de mercancías.

El proyecto impulsará el PIB de los Estados bálticos entre un 0,5 por ciento y un 0,7 por ciento anual, siendo los principales contribuyentes la apreciación del valor de la tierra, el turismo, el desarrollo de nuevos negocios, la productividad laboral, la competitividad y el desarrollo urbano. Se estima que Rail Baltica operará 51,7 millones de viajes de pasajeros y 10,9 millones de toneladas de carga para 2046.

Otros beneficios que se desprenden del análisis actualizado son una reducción del 1,5 al 3,3 por ciento en consumo de combustibles fósiles, 356  millones de euros de inversión inducida en energía renovable y una reducción de vuelos de corta distancia por valor de 115 millones de euros en toda la región. Este nuevo análisis ha sido realizado por la empresa conjunta Rail Baltica, RB Rail AS, en cooperación con las oficinas nacionales de auditoría.