Tras el descarrilamiento de dieciséis vagones acaecido el pasado 10 de agosto en el túnel de base de San Gotardo, que dañó gravemente la infraestructura, se ha ampliado la reapertura parcial realizada el 22 de agosto, con algunas circulaciones limitadas de trenes de viajeros.
(11/10/2023)
Los daños obligaron a desviar el tráfico por la línea panorámica del San Gotardo lo que ha provocado retrasos en el tráfico de pasajeros y un 30 por ciento menos de asientos disponibles, ya que no todos los trenes de viajeros no podían encaminarse por esa ruta. Ahora, el túnel se ha abrierto parcialmente, con algunas circulaciones más de trenes de pasajeros.
Ocho kilómetros dañados
Además de dañar ocho kilómetros de vías, el descarrilamiento dañó gravemente 20.000 traviesas de hormigón y un desvío. Inicialmente, SBB pensó en cerrar el túnel seis días, pero luego anunció que el cierre se prolongaría varios meses para los trenes de pasajeros. En los últimos días, se han llevado a cabo con éxito pruebas de funcionamiento en la galería Este, que es por donde circulan ahora los servicios limitados de pasajeros.
Aún prosiguen los trabajos de limpieza en el lugar del accidente, que requieren todavía mucho tiempo. La mayor parte de los vagones que descarrilaron aún se encuentran en el túnel. De hecho, varios están tan dañados que será necesario desmantelarlos in situ antes de ser evacuados. Al tiempo, SBB tiene previsto reparar las instalaciones dañadas, lo que probablemente se demorará hasta finales de año.
Con una longitud de más de 57 kilómetros, el túnel de base de San Gotardo es el túnel ferroviario más largo y profundo del mundo, y la primera ruta llana y de baja cota que atraviesa los Alpes.