(17/09/2024)  

La terminal de mercancías vallisoletana está muy demandada, y ya hay empresas interesadas en prolongar la autopista ferroviaria Valencia-Madrid hasta la capital castellana y crear una nueva Valladolid-Madrid con doble destino, Zaragoza por un lado, y, Algeciras, por el otro, vinculadas al sector del automóvil y a la industria agroalimentaria, y también sirviendo de enlace inicial a conexiones como Cantabria, Asturias o Galicia.

La terminal de mercancías de Valladolid contará con 230.000 metros cuadrados que albergarán siete vías de más de 750 metros para recepción y expedición de trenes; una zona de carga-descarga y almacenamiento de contenedores y semirremolques para las autopistas ferroviarias, con otras dos vías de 750 metros; además del estacionamiento y un área de expansión logística.

La Variante Este, a punto

La Variante Este, que conectará con el nuevo Complejo Ferroviario, se pondrá en servicio al 100 por cien en 2026, lo que permitirá sacar todos los trenes de mercancías de la ciudad de Valladolid, y reducirá en un 25 por ciento el tráfico ferroviario que pasa por el núcleo urbano. 

La Variante se activará en dos fases. La primera, en 2025, con la puesta en servicio del tramo entre la conexión con Fasa Renault y el enlace norte -el de mayor longitud-, todos estos tráficos dejaran de pasar por el centro de la ciudad. Son una cuarta parte de las mercancías que actualmente circulan por el centro. En 2026, con la puesta en servicio completa, todas las mercancías ferroviarias dejarán de pasar por el centro. Las obras de la plataforma de la Variante están ejecutadas en un 92 por ciento, y están en ejecución tanto las subestaciones como las comunicaciones y la señalización.

La Variante Este es una línea de dieciocho kilómetros, con los que se dará continuidad en vía doble a la línea Madrid-Hendaya, diseñada para 160 km/h y con estructuras como el viaducto de los Tramposos, de 1.130 metros de longitud, y el túnel de San Cristóbal de 2,2 kilómetros. El presupuesto es de 139,8 millones de euros.

Complejo Ferroviario de Valladolid

El Complejo Ferroviario de Valladolid permitirá unir todas las actividades logístico–industriales, de mantenimiento de vía y de material rodante en un único complejo, lo que le convertirá en el mayor de España de este tipo en superficie, y uno de los mayores de Europa, junto con algunos otros en Países Bajos (Rótterdam) o en Alemania (Ludwigshafen). 

Adif está invirtiendo 300 millones de euros las obras del Complejo, todas ya en marcha, que remodelarán la red ferroviaria de la ciudad para convertirla en nodo de transporte de carga, tecnología e innovación ferroviaria, donde se incluye la nueva terminal de mercancías. Una actuación que, además, recupera espacios urbanos con el traslado de los talleres de Renfe, ya en pleno funcionamiento.El Complejo contará con una base de mantenimiento de Adif, de 2.700 metros cuadrados de superficie, con talleres, almacenes y oficinas. También acogerá al Centro de Tecnología de Vía o el centro de Redalsa.

El desarrollo de estas infraestructuras permitirá duplicar la cuota modal del tráfico de mercancías por ferrocarril y reforzará Valladolid como uno de los pilares fundamentales del Corredor Atlántico. Por ello, la provincia se incluye entre los siete nodos estratégicos del proyecto 'Mercancías 30', junto a Madrid, Barcelona, Álava, Sevilla, Zaragoza y Valencia.

Viajeros

Más allá de las mercancías, Valladolid también es un nodo fundamental del Corredor Atlántico por el tráfico de pasajeros que también se está impulsando, con la ampliación del acceso norte a la estación de Valladolid Campo Grande, por más de 30 millones de euros, que servirá para desplegar una vía doble de ancho estándar y alta velocidad, favoreciendo aún más los tráficos.

Actualmente están en marcha la fase 2 del Complejo Ferroviario y la duplicación de vía entre Valladolid, Palencia y León. Asimismo, la conocida como la U de Olmedo, cuyas obras comenzarán próximamente tras la formalización del contrato por 40 millones de euros, permitirá tráficos transversales de alta velocidad desde el Oeste peninsular, Galicia y Asturias al Norte de España, País Vasco y Navarra, o el Este de España, Aragón y Cataluña sin pasar por Madrid, lo que generará nuevas relaciones en tiempos competitivos.