(14/11/2017) Los Coradia iLint, primeros trenes alimentados por pila de combustible, ofrecen prestaciones equiparables a las de la última generación de trenes regionales de tracción diésel, tanto en aceleración y frenado, como en velocidad máxima (140 km/h), autonomía (hasta mil kilómetros) y capacidad.

El contrato contempla también el mantenimiento de las unidades por parte de Alstom durante treinta años, mientras que el Grupo Linde, de ingeniería y gas, será el responsable del suministro de hidrógeno. Para ello, construirá y operará la primera estación del mundo de repostaje de hidrógeno para trenes en Bremervörde. La producción in situ de hidrógeno mediante electrólisis y energía eólica se planificará en una fase posterior del proyecto.

Los prototipos de este tren ya se están fabricando en la planta de Alstom en la localidad alemana de Salzgitter y, en la primavera de 2018, las dos primeras unidades comenzarán a circular por la red ferroviaria de Baja Sajonia.

Tecnología del hidrógeno

Como alternativa al diésel, el hidrógeno cumple con todos los requisitos ferroviarios, es  una tecnología madura y su precio hace que su funcionamiento resulte económico. Las pilas de combustible son alimentadas a demanda con hidrógeno, y los trenes son propulsados por una unidad de tracción eléctrica.

Las pilas de combustible proporcionan electricidad, gracias a la mezcla del hidrógeno -almacenado en los depósitos- con el oxígeno -del aire exterior-. En este proceso, lo único que se emite es vapor de agua y agua condensada, no se generan gases ni partículas contaminantes.

La electricidad se produce sin generador ni turbina, ganando rapidez y eficiencia. El sistema almacena la energía producida y la generada durante el frenado eléctrico en baterías de ion de litio de alto rendimiento, cuando no se necesitan para la tracción. La energía así almacenada sirve de respaldo durante las fases de aceleración.

Presentación del Coradia iLint