(20/12/2012) A través de Vía Libre se pueden adquirir reproducciones de relojes ferroviarios del modelo cuña que presidían los andenes de la mayoría de las terminales siendo un referente característico de las mismas, no sólo por su función sino por el diseño unitario que tuvieron. 

Modelo Cuña Instalados en el andén principal de las estaciones. Precio: 900 €

En San Sebastián, existe un taller que reproduce aquellos modelos históricos pero con nueva maquinaria y que el artesano ofrece a todo aficionado interesado en el mundo del ferrocarril y sus piezas más emblemáticas.

Desde 1980 que estableció el taller en los bajos de su domicilio, ha realizado diversos modelos casi todos por encargo. Aunque estéticamente son iguales a los antiguos, la maquinaria no es la misma que los que marcaban el paso de los trenes en el siglo XIX y el XX.

En los modelos que reproduce, los aros donde se asienta la esfera y los embellecedores van torneados y biselados con un cono de seis grados. Los antiguos se hacían en hierro fundido y tienen un gran peso mientras que los nuevos apenas se acercan a los sesenta kilos. La maquinaria mecánica se sustituye por una eléctrica marca Westinghouse con pulsos de treinta y sesenta segundos que hay que adquirir aparte por encargo.

Modelo de cuña 

El modelo disponible ahora - ha habido otros tres ahora agotados (Plano, Astorga y Sándwich)- es el de cuña. Se trata del más conocido. Con un diámetro de 600 ó de 420 milímetros dispone de doble esfera, es autoiluminado y como su nombre indica, la forma de cuña le permite ofrecer una cara por cada lado del andén y sujetarse a la pared por el tercer lado sobrante.

Entre los clientes que el taller ha tenido cuenta Renfe, antes de que las estaciones fueran gestionadas por Adif, el extinto GIF, FGC, Feve y el Museo Vasco del Ferrocarril de EuskoTren.

En el caso de Renfe, a mediados de los años noventa se vendieron a la operadora entorno a sesenta unidades. Los relojes fueron instalados en estaciones de la línea Madrid – Irún aunque alguno de ellos fue a parar hasta Cádiz. Algunas unidades desembarcaron también en la línea León – Oviedo – Gijón. Durante el periodo de existencia del GIF, también fueron adquiridos varios ejemplares para las nuevas terminales alrededor del año 2000.

Feve, por otra parte, se hizo con una treintena de relojes entre el modelo de cuña y el plano para su red en el norte. Los ferrocarriles catalanes también se encuentran entre los clientes del taller donostiarra. Finalmente, el museo vasco de Azpeitia adquirió alguna unidad para sus fondos.

Quienes estén interesados en beneficiarse de la oferta a través de Vía Libre u obtener más información, pueden enviar un e-mail a antoniog@ffe.es