Los ferrocarriles franceses, SNCF, han activado su plan invernal denominado “Gran Froid” para prevenir los efectos sobre el tráfico ferroviario de nevadas y bajas temperaturas y ante la alerta naranja en la que están muchas regiones galas. (Ver vídeo)
(21/01/2013)
Este dispositivo “Grand Froid” se centra fundamentalmente en la preparación y el mantenimiento del material rodante y de la infraestructura, pero también afecta a la organización y movilización de equipos especializados y a la puesta en marcha de sistemas de información para los viajeros.
Infraestructuras
En lo que se refiere a las infraestructuras la condiciones invernales extremas provocan acumulación de nieve en los aparatos de vía ante lo que se ponen en funcionamiento los sistemas de calefacción de agujas y se refuerza la vigilancia de la vía.
Ante nevadas abundantes que pueden obstruir la vía, se han movilizado 69 máquinas quitanieves en las zonas de mayor riesgo, y frente la posibilidad de acumulación de hielo en las catenarias, se han movilizado dresinas equipadas con cuchillas de raspado del hilo de contacto de acero y se han puesto en funcionamiento los circuitos con que están dotadas algunas secciones.
Material rodante
Una de las medidas de protección de material rodante programas hace frente al problema de los bloques de nieve helada que levantan los trenes a su paso, muy especialmente los TGV, y que se convierten en verdaderos proyectiles con velocidades de hasta 600 km/h.
Cada año cristales, y equipos esenciales como los captadores de señalización situados bajo las cajas, se ven afectados por el problema, ante el que SNCF instala protecciones en los trenes y ha puesto en servicio máquinas que aspergen un anticongelante en los bajos de los trenes para evitar la formación de bloques de nieve helada. Además se han adaptado técnicas del sector del automóvil para reparar rápidamente los cristalesde los trenes dañados.
Además, para aumentar la fiabilidad de las circulaciones en las zonas con problemas se bajan las velocidades máximas, de 220-230 a 160-170 km/h para los TGV y de 200-160 a 120 km/h para los intercity y regionales. Además se moviliza un dispositivo de equipos móviles de urgencia que intervienen en caso de avería.
Estaciones
En las estaciones se despliega un plan de seguridad en los andenes, que asegura el acceso de los viajeros y su seguridad frente a la nieve y el hielo, con personal propio y de empresas contratadas y con un stock de 850 toneladas de sal.
Todos estos dispositivos invernales se apoyan en una vigilancia meteorológica especial, por la que SNCF recibe información de los departamentos en el Centro Nacional de Operaciones Ferroviarias, CNOF, cuya sala de crisis coordina las actuaciones.
Para los viajeros, se establece un sistema de información que contempla que si la nevada se alerta por los servicios meteorológicos 36 horas antes de producirse. SNCF ofrece información sobre las perturbaciones posibles con veinticuatro horas de antelación.