(26/09/2012) El presidente de RZ ha declarado que, dado el tiempo que el gobierno ruso está tardando en crear un fondo de financiación para la futura línea de alta velocidad Moscú-San Petersburgo, no se podrá cumplir el objetivo que la compañía ferroviaria se había fijado para 2018.

Yakunin define la alta velocidad como los servicios ferroviarios con una velocidad superior a los 250 km/h, lo que requerirá inversiones en nuevas infraestructuras en Rusia. La falta de una estructura de financiación adecuada para los 17.342 millones de euros que costará el proyecto, ha provocado retrasos en el proyecto. No obstante, Yakunin se muestra confiado en que el gobierno ruso apruebe una nueva estructura de financiación para los proyectos de infraestructura a finales de año, lo que permitirá a RZD a reanudarlos.

Apoyo del gobierno

“Este fondo de financiación nunca se ha utilizado en Rusia”, afirmó, añadiendo que, pese a los retrasos, el gobierno ruso sigue apoyando la alta velocidad.

“Desde el punto de vista del primer ministro, Dimitriv Medvedev es obvio que Rusia necesita desarrollar infraestructuras para los trenes de alta velocidad”, explica Yakunin. “No es sólo un proyecto clave para los Ferrocarriles Rusos, si no que se trata de un modo de transporte fundamental para los rusos, que, además contribuirá al desarrollo de la economía”, añadió.

Privatización

Yakunin también afirmó que los planes para realizar una oferta pública de venta de activos financieros de una parte de RZD se producirá “en el momento oportuno”, que podría ser alrededor de 2016 si las condiciones del mercado favorecen dicha iniciativa. El presidente de RZD compara la situación en Rusia con la privatización en el Reino Unido de su red ferroviaria en los años noventa, y afirmó que “hacer la privatización de forma rápida no es garantía de éxito”.

En rojo, trazado de la proyectada línea de alta velocidad.